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Schruns, de rojo y amarillo

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España, entre multitud de seguidores, llega a la localidad austriaca para buscar la adaptación a la altura · El cuadro de Del Bosque asistió a la final del Europeo sub 17

Los jugadores de la selección española, a su llegada a la ciudad austriaca de Schruns.
Afp / Schruns (Austria)

31 de mayo 2010 - 05:02

El pequeño pueblo de Schruns se convirtió ayer en una fiesta teñida de rojo y amarillo para recibir a la selección española, que pasará los próximos días en esta localidad del estado austriaco de Vorarlberg, acostumbrándose a jugar en altura.

Enormes banderas españolas colgaban de varias de las casas de Schruns y en las vallas al borde de la carretera principal que pasa por este pueblo de cerca de 8.000 habitantes enclavado en un valle alpino, cercano a la frontera con Suiza. Grandes "Bienvenidos, Willkommen" lucen en negro sobre los colores rojo y amarillo de la bandera en esos carteles.

Tres enormes balones hinchables blancos y negros encuadraban varias casetas donde se servían cervezas y comida, en especial una gran paella para hacer más amena la espera por La Roja.

Todo ello acompañado por la música y el baile flamenco de tres jóvenes bailaoras austríacas, que cesaron en cuanto el autocar rojo y amarillo de la selección española enfiló la calle de llegada.

"Ha sido un recibimiento espectacular, hemos disfrutado todos mucho. Ha sido increíble", decía un sorprendido Jesús Navas en rueda de prensa, tras ser agasajado por la población local junto al resto de la selección.

Apenas bajados del autocar, los miembros de la selección se vieron invadidos por una legión de niños con paraguas rojos y amarillos para guarecer a los internacionales españoles de la persistente lluvia que caía en la localidad tirolesa.

Navas, Arbeloa, el meta Víctor Valdés, Puyol,... todos ellos se vieron sorprendidos por los afortunados jóvenes locales elegidos para recibir a LaRoja, que no desperdiciaron la ocasión de hacer fotos.

Junto a ellos, separados por unas vallas de seguridad, decenas de personas, jóvenes y mayores se agolparon para ver a la sensación del momento en el lugar.

La selección liderada por Vicente del Bosque no entrenó por la tarde, sino que viajó hasta Vaduz, en Liechtenstein, para ver al equipo sub 17 disputar la final del Europeo de la categoría ante Inglaterra.

Con vistas al Mundial, España pasará los próximos tres días entrenándose en un complejo deportivo aclimatándose a la altura, con vistas a su estancia en las cercanías de Johannesburgo.

El jueves regresará a Innsbruck para jugar un segundo amistoso contra Corea del Sur, antes de volver a España para disputar un último encuentro de preparación contra Polonia en Murcia y emprender viaje a Suráfrica para adentrarse definitivamente en la esperada competición.

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