La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
No es hombre de concesiones a la prensa Jorge Sampaoli. Sólo muy de cuando en cuando ha tenido a bien explayarse ante un privilegiado periodista. Por ello cobra relevancia la entrevista concedida a la revista Football Club, medio oficial del Sevilla. Amplia, bien llevada y desarrollada, la información es un compendio de su filosofía, su forma de pensar y hasta su biografía. Y no por ser del club duda Sampaoli en dejar alguna frase llamativa. "El club viene jugando muchos años de una manera y nosotros pensamos totalmente opuesto", dice rotundo.
El técnico sevillista se siente con "mucha responsabilidad, sabiendo que es un club que viene de ganar títulos de una forma y que intentar modificar la forma es bastante complicado". "La idea era cambiar el chip muy rápido, intentar que el equipo juegue a través de nuestro sentir y que ese sentir esté asociado a lo que quiere la gente", dice.
El entrenador de Casilda recuerda cuando admiraba a Marcelo Bielsa, "en los años noventa". "Con esa metodología de protagonismo, aun no haciéndolo con jugadores totalmente exitosos, se lograban resultados. Nos quedamos con aquella exposición de aquel Newell's", rememora.
Sampaoli explica cómo le costó llegar a la élite. "Era muy difícil, intentar no siendo jugador -con 19 años una rotura de tibia lo apartó de la competición-, siendo también de una ciudad chica como Casilda, llegar a entrenar en Primera División era casi imposible. Llegué a Perú, entrené en Primera División y abrí el camino en el que estoy hoy".
En Perú se encontró un contexto similar al del Sevilla. Fue destituido del Sporting de Cristal en la jornada 17. "Llegamos en un momento que a lo mejor no era el ideal, con jugadores que habían ganado cosas con otra estructura y otra forma y fue muy difícil convencerlos en el corto plazo". ¿Puede pasar lo mismo aquí? "El protagonismo que uno necesita para enfrentar cada partido hay que saber desarrollarlo bien con los jugadores, porque la mejor expresión es la de ellos. Nosotros acá en Sevilla
intentaremos hacer un equipo extraordinariamente protagonista, juegue contra quien juegue, sabiendo que, analizando el plantel, contamos con jugadores para eso". En Nervión intentará "en un fútbol tan volcado al negocio, que se vuelva a lo anterior, que a los jugadores les guste jugar por jugar (...). Estamos en este proceso de intentar transformar situaciones, algo que hoy en el mundo del fútbol es muy difícil".
En esa búsqueda, el consenso con Monchi sobre la planificación fue grande. "Hemos insistido en muchos jugadores que no tienen una posición definida pero que juegan muy bien. Intentamos elegir a aquellos que tengan la posibilidad de darnos fútbol en el lugar que les toque, que puedan rendir en cualquier lugar del campo".
Lo que sí descarta es que ese romanticismo, esa vuelta al fútbol sin corsés tácticos del siglo XX, esté reñido con ganar. "A mí me gusta ganar, a mí me gusta ganar. Y creo que me acerco mucho más a la victoria protagonizando que esperando. Lo que nos va a sostener en el tiempo es ganar. Por eso, insisto, estar todo el tiempo cerca del arquero, en mi manera de sentir, me aleja de la victoria".
Pero es clave dar con la fórmula. "Yo también quiero eso, estamos en búsqueda de que en vez de tener el 70% de posesión tengamos el 80% y que tengamos la posibilidad de tener a los delanteros rivales casi en el centro de la cancha. (...) Yo hablo de mi sentir. Respeto mucho a otros muchos entrenadores que han ganado un montón de cosas de otra forma, porque lo sienten de esa forma".
Entre otras muchas cosas, Sampaoli habla de cómo eligió el Sevilla por "la idiosincrasia del sevillano, porque es muy pasional, porque en las copas europeas el Sevilla va a jugar contra los mejores equipos del mundo y eso nos da una motivación especial". Además, asegura que quiere "tratar de ser, en la Liga, un equipo que no solamente pelee el cuarto o el quinto puesto, sino que esté peleando con los más importantes". "Son desafíos que la historia te hace ver que son muy difíciles, pero ojalá que tengamos la chance de cambiar esa historia y de llevar al Sevilla lo más arriba que se pueda". Es su idea de rebeldía: "Nunca me gustó someterme".
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