Carlos Sainz levanta su cuarto Dakar y se convierte en leyenda
El Madrileño se convierte en en piloto de coches más veterano en hacerse con el prestigioso rally
La tecnología acerca un deporte pleno
El español Carlos Sainz se ha proclamado campeón de su cuarto Dakar convirtiéndose en una auténtica leyenda del automovilismo y situándose a la altura de los más grandes de este deporte, como el alemán Michael Schumacher o el brasileño Ayrton Senna.
El propio Carlos Sainz mostraba su alegría en las redes sociales:
Además, Carlos Sainz agranda aún más su palmarés al convertirse en el piloto de coches más veterano que ha conseguido ser campeón del Dakar, consiguiendo de esta forma su cuarto título e ingresando por méritos propios en el podio de los tres pilotos más prestigiosos de este rally, igualando a Ari Vatanen y sólo por detrás de Al-Attiyah, con cinco, y de Peterhansel, con ocho.
Carlos Sainz, reconocido aficionado del Real Madrid, ha sido felicitado por el club madridista:
Sainz y su infatigable compañero de sufrimiento, el catalán Lucas Cruz, copiloto del madrileño, hicieron historia al convertirse en los primeros corredores en convertir un coche de propulsión híbrida, con mezcla de gasolina y eléctrico, en campeón del Dakar, un hito inimaginable a la altura de que un piloto de 61 años, como los que tiene Sainz, alce su cuarto Touareg.
Lo hizo, además, con contundencia, pues tras la avería del francés Sébastien Loeb durante la jornada del jueves, el español terminó la prueba con más de una hora y veinte minutos sobre el belga Guillaume de Mevius, segundo clasificado por delante de Loeb, que acabó en el tercer escalón del podio.
A pesar de no ganar ninguna etapa, el piloto madrileño y el copiloto catalán se exhibieron durante buena parte del Dakar y, en las tres etapas más complicadas, fueron los grandes protagonistas. Quedaron segundos de una primera jornada llena de piedras y pinchazos, segundos en la sexta, una crono de 48 horas por el mayor desierto de arena del último y terceros en la penúltima, otra maratón de piedras en la que Sainz bajó el ritmo tras ver la avería de Loeb, consciente de que ya nadie podría acercarse a sus tiempos de la general, siendo primero,
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