Riesgo de 'overbooking'

El Sevilla lleva algunos años jugando con fuego con un asunto que siempre conlleva un importante riesgo. Su primera plantilla puede sufrir lo que en el argot de las agencias de viajes y la aviación comercial se denomina overbooking, es decir, que se hayan vendido más plazas hoteleras o billetes de avión de los que pueden ser cubiertos. Casos como el Deportivo, con muchísimos más futbolistas en nómina de los que podía inscribir en la LFP, son ejemplos de que si un club no anda fino en el pulimiento de su plantilla puede sufrir graves consecuencias deportivas y económicas. Y el Sevilla actual está algo sobredimensionado. De los 30 futbolistas que fueron utilizados por Unai Emery y Míchel en la pasada Liga, actualmente sólo han salido tres: Palop, Diego López y Jesús Navas. En cambio, regresan ocho cedidos; dos de ellos, Luna y Spahic, se fueron a mitad de curso, mientras media docena deben reincorporarse a la disciplina del Sevilla si no encuentran otro acomodo.

Actualmente hay 31 futbolistas en la nómina del club vinculados al primer equipo, incluidos entre éstos un futbolista como Hiroshi, que ya fue cedido el curso pasado a la segunda división belga porque se le había quedado pequeño el Sevilla Atlético. Junto al japonés, hay otros siete futbolistas que han estado jugando a préstamo por el Sevilla, en muchas ocasiones con su ficha compartida, lo que acarrea un gasto importante añadido para las arcas nervionenses. Javi Varas, Alexis, Bernardo, Guarente y Luis Alberto, además de Luna y Spahic, que sí empezaron la temporada a las órdenes de Míchel para salir en enero el primero camino de Mallorca y en febrero el segundo, rumbo a Moscú.

Precisamente ayer, 15 de junio, cumplían los plazos de dos de las opciones de compra firmadas en esta docena larga de cesiones, las de Spahic y Luis Alberto. Ni el Anzhi ruso ni el Barcelona las ejecutaron, aunque el canterano parece tener sus horas contadas en el Sevilla dado el fuerte interés que ha manifestado el Liverpool en hacerse con sus servicios. Otro equipo que firmó una opción de compra cuando se llevó cedido a Guarente fue el Bolonia. Su agente confirmó ayer que "el Bolonia lo quiere y él quiere quedarse, pero deben ponerse de acuerdo los clubes". Los rossoblu no quieren comprar su ficha, a no ser que suelten la de Della Rocca, medio de similar perfil que ha estado cedido en Siena y cuya propiedad es compartida con el Palermo. Un laberinto.

Ante esta situación, Monchi se está dando prisa en intentar menear el espeso mercado para ir colocando aquellos futbolistas con los que no cuenta el Sevilla, a algunos de los cuales ya se les ha comunicado que deben moverse para intentar buscar una salida dado que, en principio, no tienen sitio en la plantilla. Son los casos de Javi Varas, Luna, Bernardo...

Pero no sólo de los futbolistas que regresan de cesión debe preocuparse Monchi. Actualmente hay cuatro extracomunitarios, Cicinho, Medel, Stevanovic y Rabello, y ahí también debe haber algún movimiento. Si el brasileño debe operarse y estar medio año de baja podría no ser inscrito, Stevanovic y Rabello podrían compartir vestuario, y Monchi tendría más margen de maniobra hasta que se recuperase el lateral derecho. Pero si, como parece, la rehabilitación va por buen camino, el internacional bosnio podría salir cedido para crecer y para no cortar la proyección de Rabello.

Además, hay otros futbolistas a los que se les buscará salida para pulir una plantilla que, a su regreso, tendrá una pretemporada muy apretada, dado que el 1 de agosto empezará a competir. Emery quiere pulir cuanto antes el grupo y el foco se vuelve hacia hombres como Botía, Javi Hervás, Babá, incluso Manu del Moral... Y a ellos hay que sumar a futbolistas con alta cotización que pueden ir dejando hueco, aunque posibles salidas como la de Negredo o Kondogbia llevarían aparejadas los consiguientes fichajes para darles los necesarios relevos.