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Guía de la Magna en Sevilla: todos los detalles

Reyes se cuela en la pizarra de Mel

el derbi sevillano · informe técnico

La visión de juego y la calidad del utrerano al primer toque descerraja la osada defensa adelantada del Betis. Afilado intercambio de papeles de Bacca con los mediapuntas.

Foto: Manuel Gómez
Juan Antonio Solís

25 de noviembre 2013 - 05:02

Unai Emery debía estar convencido de que Pepe Mel, valiente y consecuente con sus ideas, repetiría su osada defensa adelantada de cuatro que ordenó dos semanas antes frente al Barça. Y quizá por ello, o posiblemente por ello, sorprendió al rescatar a Reyes para su equipo titular. El utrerano entró en la línea de tres mediapuntas por Jairo, el que aparecía en la mayoría de los pronósticos para acompañar a Rakitic y Jairo. ¿Por qué? Porque nadie en este Sevilla, ni siquiera el mismísimo Rakitic, tiene la calidad de Reyes para ver el pase mortífero en un chispazo, en un golpe de vista. El balón le caía llovido tras el testarazo de M'Bia y tuvo tiempo para bajar la cabeza en un suspiro, ver el desmarque de Bacca, subir la cabeza de nuevo para encontrar esa pelota y alargar la pierna para poner al delantero colombiano de gol, al estar escalonada la zaga verdiblanca. Ese 1-0 en el segundo minuto propició que el Sevilla diera un giro de tuerca más en sus planes: incluso le dio la pelota al Betis para robar y lanzar en un solo toque al atacante que rompiera esa línea de cuatro.

Defensa

En la primera parte, entre ese gol inicial en el segundo minuto de juego y la expulsión de Paulao (42'), el sistema de contención sevillista actuó en el mediocampo propio, dejándose querer. Y negando de paso los espacios a Verdú para que actuara como lanzador, preferentemente a ese talentoso y rápido extremo que es Vadillo. En esa fase, los laterales sevillistas cuidaron su espalda, los centrales se anticiparon a Jorge Molina -un buen delantero que es aún mejor cuando tiene otro punta al lado y él deja de anclarse arriba- e Iborra no perdió su sitio. Sólo pecó el Sevilla de cierta laxitud con andanzas de Nono, más suelto que Verdú para maniobrar en los pasillos interiores. Así enganchó ese tirazo que pudo cambiar el guión del partido.

Ataque

El plan de tocar de primeras a la espalda de la defensa bética para un desmarque de ruptura lo puso todo de cara. Y dio una confianza mayúscula a Reyes, que desahogó a su equipo cuando el Betis empezó a apretar: retuvo la pelota, tiró de repertorio técnico. Y encima, participó en la jugada que decidió el partido, la roja a Paulao. Con uno más, el Sevilla decidió apretar más arriba, los laterales subieron con asiduidad, sobre todo Figueiras, y tanto Vitolo como Rakitic aprovecharon los fantásticos movimientos de Bacca, que tan pronto rompía como punta, como se descolgaba más atrás para crear espacios y asistir él mismo al que venía de atrás, como sucedió en el 3-0.

Virtudes

Por fin acertó Unai Emery de lleno con su planteamiento táctico. Él empezó a decantar el partido a favor del Sevilla con la entrada de Reyes entre líneas. Las piezas que actuaron por detrás de Bacca se sincronizaron de maravilla con el colombiano. Además, el balón parado hizo un daño terrible al Betis: M'Bia, Iborra, Fazio... mucha pólvora por arriba.

Talón de Aquiles

En la primera parte, el Sevilla apenas sufrió atrás pero su plan de darle la pelota al Betis llevó a éste a creer y crecer. Hasta la roja a Paulao fue así.

Uno por uno

Beto Dudó al salir en una clara cesión atrás en la que tenía toda la ventaja. Y vio muy tarde el tirazo de Nono al poste. Tras lo del Celta, no arriesgó en el pase corto atrás.

Diogo Figueiras Muy encima de Vadillo, yendo al choque para marcar el terreno al chaval, al que acabó ganándole el pulso. Subió mucho y bien tras el descanso.

Fazio Imperial por arriba, sereno y limpio por abajo.

Carriço Su aplomo y experiencia le vino bien al equipo entre tanto compañero más excitado de la cuenta.

Alberto Moreno Con Steinhöfer y Juanfran enfrente no se animó a tirar para arriba. Sin el alemán lo hizo más, pero sin peligro de verdad.

Iborra No perdió el sitio y sí algún que otro balón. Gran gol a balón parado.

M'Bia Corazón desbocado. Y a su estilo (demasiado intrépido), lo encauzó todo: ganó por alto el balón con el que Reyes habilitó a Bacca e hizo el 2-0.

Reyes La clave, como en otros derbis: visión, pase. Y sacó de sus casillas a más de un rival.

Rakitic Le faltó un punto de frescura, pero le dio a las jugadas lo que éstas pedían.

Bacca Asentado: sabe jugar en la línea del fuera de juego y sabe descolgarse para los que viene de atrás. Vitolo lo aprovechó.

Perotti Buenas conducciones.

Gameiro Un tiro que se fue alto.

Jairo Testimonial.

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