Regreso con uno menos

A las cuatro y media de la tarde de ayer regresó el equipo verdiblanco al trabajo para preparar el encuentro ante el Huesca, después de disfrutar de una semana de descanso. Y en la vuelta, Antonio Tapia contó con un ayudante menos, después del diálogo mantenido con Paulino Granero, el preparador físico que él trajo al Betis. La firme postura de éste de marcharse del equipo bético para aceptar la propuesta del CSKA Moscú, rival del Sevilla en la Liga de Campeones, se hizo valer por encima de todo, a expensas del acuerdo final entre el propio Granero y el club verdiblanco, algo que no debería crear mayores problemas.

La historia comenzó la semana pasada, cuando se conoció la oferta del equipo moscovita al preparador físico, con unos emolumentos muy superiores a los que percibe en el Betis. Granero manifestó desde un primer momento su deseo de marcharse, aunque el club dejó la decisión en manos de Tapia, quien había sido el valedor de la llegada del almeriense al club. El técnico verdiblanco ofreció su opinión y su deseo de que su ayudante continuase en el club hasta el final de la temporada, pero la insistencia de éste en aceptar la oferta propició el cambio de opinión.

Tapia comentó a la dirección deportiva que aceptaba la marcha de su ayudante y que contaría con el actual equipo de trabajo del club, sin necesitar la contratación de alguien externo a la entidad. De hecho, ayer David Gómez, que hasta ahora realizaba las funciones de recuperador del primer equipo, asumió la vuelta al trabajo del grupo, algo para lo que también está citado en la mañana de hoy. David Gómez permanece trabajando con el primer equipo en los últimos años y reuniría el perfil ideal para hacerse cargo de esta labor. A su favor juega el hecho de que conoce los métodos de Tapia, por haber estado en contacto con el técnico desde su llegada al Betis, y su buena relación con los jugadores, pues ha trabajado de manera individualizada con la mayor parte de ellos mientras han estado lesionados.

La idea del club, por tanto, es que Tapia cuente con los actuales empleados, una vez confirmada la intención de Granero de abandonar la entidad. El preparador físico incluso realizó ayer las gestiones pertinentes para conseguir el visado que le permita desplazarse a Moscú para firmar su nuevo contrato, y, posteriormente, se reunió en el club con el director deportivo, Manuel Momparlet, para mostrarle las razones de su marcha. En la entidad no han sentado demasiado bien la forma en que se ha producido la salida y el hecho de que no fueran los primeros en enterarse de la cuestión, aunque, en principio, se aceptará la marcha del preparador físico, una vez que Tapia dio la luz verde definitiva.

La idea es que no se le dé más vueltas a este asunto y que el equipo se centre en conseguir la victoria ante el Huesca, algo para lo que el cuerpo técnico cuenta con todos los efectivos, después de que la mayor parte de ellos regresara al trabajo sin problemas. El único contratiempo fue protagonizado por Sunny, que llegó con cierto retraso al entrenamiento, aunque luego realizó la sesión completa al mismo ritmo que sus compañeros. Para hoy está prevista la incorporación de Caffa, Iriney y Emana, que contaban con un día más de permiso por parte de la entidad, y que deberían estar disponibles para el encuentro del sábado. El caso del camerunés siempre levanta expectación ante algunos retrasos anteriores, aunque en el club se confía en que hoy haga acto de presencia en la sesión como está previsto por todas las partes.