Refuerzos que penden de un hilo

El Sevilla necesita reforzarse en enero. Otra cosa es que lo haga, porque anda en un situación de indefinición en cuanto a objetivos que ahora mismo impide tener una idea clara de actuación. Emery sabe lo que necesita y se lo ha comunicado al club, Monchi tiene los deberes hechos y sabe dónde tendría que ir para contentar a su técnico, pero la zozobra deportiva que tiene al equipo sin saber cuántas competiciones tendrá entre manos a partir de enero lo tiene con las manos atadas.

La lesión de Andreolli disparó las alarmas porque en un puesto muy castigado el entrenador sólo tiene a Rami y Kolodziejczak, pero todo el mundo tiene muy claro en el Sevilla que había, o hay, varios niveles de refuerzos según el futuro que le espere al equipo. Si el cuadro de Emery hubiera seguido vivo en la Champions el nivel de las incorporaciones, ya fueran cedidos o fichados, iba a ser uno bien distinto a si la competición a disputar a partir de ahora es la Europa League. Y otro mucho más bajo si el Sevilla no logra ganar a la Juventus en la última jornada y tiene que llegar a mayo sólo con la Liga y la Copa del Rey.

En ese supuesto, es más que probable que el entrenador de Fuenterrabía tenga que conformarse con esperar la recuperación de Carriço, prevista para el final de diciembre, y la aportación de jugadores como el hasta ahora inédito Luismi o algún central del filial, con muy buen nivel por parte de Diego González.

Incluso, tampoco habría que descartar que el Sevilla empezara a pensar en ir deshaciéndose de fichas importantes en el mercado de invierno. Y hay jugadores que no han tenido una llegada feliz al club y están en la mente de todos, sobre todo en el caso de Gael Kakuta, pero también alguno más.