Prueba de personalidad
El Sevilla busca su sexta victoria seguida en el avispero de El Molinón, donde sólo ganó una vez en este siglo.
El Sevilla ha ganado en El Molinón en Primera División las mismas veces que en el Bernabéu, ocho... Evidentemente, esta afirmación es tramposa, por cuanto ha visitado al Real Madrid casi el doble de veces que al Sporting (72-37). Sin embargo, es llamativo que sólo haya ganado allí una vez en el siglo XXI, coincidiendo con la mejor época del club blanquirrojo y con una de las peores del club rojiblanco. Sporting y Sevilla sólo han coincidido cinco campañas en Primera este siglo. Pero de las cinco visitas sólo hubo un triunfo visitante, con gol de Kanoute, a pase de Jesús Navas, en la campaña 09-10.
Por una razón o por otra, y aquellas cuitas cruzadas con el Oviedo y el Betis en ominosos descensos del siglo pasado tienen que ver, Gijón, una plaza muy amable para los andaluces fuera del fútbol, se ha vuelto particularmente hostil hacia los sevillistas. Ya el curso pasado, con el Sporting jugándose la vida para evitar el segundo descenso de este siglo, escoció muchísimo en la entrañable ciudad asturiana que el Sevilla perdiese por 1-4 ante el Granada en la penúltima jornada. Allí no comprendieron que Unai Emery estuviese pensando en la final de Basilea ante el Liverpool y acusaron de falta de competitividad al Sevilla. Se salvó el Granada y al cabo lo haría el Sporting también, con cierta relajación del Villarreal de Marcelino en la última jornada hasta el punto de que terminó por costarle el puesto al ex entrenador sevillista. Pero aquel Sevilla-Granada bajo la lluvia y con un Sánchez-Pizjuán medio vacío no hizo sino añadir pimienta al tarro de una animadversión ya antigua. No echarán alfombras...
La diferencia de trayectorias entre Sevilla y Sporting es grande. El equipo de Sampaoli acumula cinco victorias seguidas, tres en Liga y dos en Champions, y llega a la cita henchido de moral, a un punto del líder tras su triunfo sobre el Atlético. El equipo de Abelardo, en cambio, ha sumado apenas un punto en los últimos seis partidos, pues en Granada cortó la racha de cinco derrotas consecutivas con un paupérrimo empate a cero.
En Gijón han tocado zafarrancho con la visita del Sevilla y esto, unido al habitual recibimiento de los nervionenses como un grande, asegurará un ambiente hostil y un ardor especial en los jugadores que salten al césped. Y ahí es donde los hombres de Sampaoli deben demostrar personalidad para trasladar al marcador su superioridad técnica y táctica y no arrugarse.
Al margen de aquel peleado triunfo del equipo de Jiménez en diciembre de 2009, todo fueron derrotas en una época en la que el Sevilla ha ganado en estadios con más pedigrí. Ese mismo año, pero en la temporada anterior, el partido de El Molinón llegó emboscado entre la los cuartos de final de Copa con el Valencia (un apretadísimo 2-1) y la ida de las semifinales (2-1 ante el Athletic). En octubre de 2010, el Sevilla de Manzano, con un ojo puesto en el viaje a Ucrania para medirse al Karpaty, cayó por 2-0. Al curso siguiente, fue el de Míchel el que perdió por 1-0 (antes de una semana limpia) y el curso pasado, en el posiblemente mejor partido fuera del equipo de Emery, pese a que fue un miércoles en vísperas del derbi en Nervión, un autogol de Krychowiak y otro en fuera de juego al final de Isma López castigaron la ineficacia arriba: 2-1.
Por lo que sea, al Sevilla se le da mal El Molinón. No pensar en el partido del miércoles de Champions ante el débil Dinamo de Zagreb será fundamental para que los de Sampaoli amplíen su racha victoriosa. Aunque no será fácil.
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