Real Sociedad: Proyecto en maduración
Fútbol | Liga Santander
La ola de bajas no afecta a la Real, líder con su joven plantilla
Tiene un punto menos que hace 19 años, cuando peleó la Liga con Denoueix
La Real Sociedad aguanta una jornada más en el liderato gracias a la madurez que van alcanzando, progresivamente, su joven y cada vez más extensa plantilla y su entrenador, Imanol Alguacil, el gran artífice de la pujanza de los txuri-urdin.
La ola de bajas que afecta a la Real Sociedad no ha sido impedimento para que siga por segunda jornada líder en solitario, emulando el excelente rendimiento que ofreció hace 19 años con Raynald Denoueix como entrenador y que peleó el título hasta el final.
Los donostiarras suman ahora solo un punto menos de los que tenían en la jornada 10 en aquella histórica temporada de inicios de siglo, una puntuación que le permitió como ahora liderar la tabla por delante de Mallorca, Valencia y un Real Madrid con el que se jugó el título hasta la última jornada.
El gran mérito actual es la amplitud de plantilla que permite a Alguacil cimentar su éxito obviando las bajas de jugadores fundamentales como la del internacional absoluto Mikel Oyarzabal, que lleva tres partidos de baja, el medio centro titular Martín Zubimendi o todos sus laterales zurdos por la ausencia de Aihen Muñoz, este domingo pasado sancionado, y de un Nacho Monreal al que le queda mucho para superar sus problemas de rodilla.
Asier Illarramendi, Diego Rico, Ander Barrenetxea, Carlos Fernández y Jon Guridi son otros jugadores que están de baja o salen de largas lesiones, circunstancia que ha afectado a casi todos los jugadores desde el mes de agosto, incluidos los dos delanteros que brillaron ayer, Alexander Isak y Alexsander Sorloth, que también se han perdido partidos.
También causó baja en varios encuentros David Silva, el faro que alumbra el ataque blanquiazul, al que Alguacil está mimando esta temporada para evitar recaídas.
La chistera de Alguacil no parecer tener fondo y el técnico de Orio no pierde un minuto en lamentaciones porque cuenta con una inacabable cantera de recursos que le facilita el filial dirigido con éxito por Xabi Alonso y que aportó a la causa este fin de semana a algunas de sus figuras como Julen Lobete, Beñat Turrientes o Germán Valera.
La figura de Alguacil parece por tanto la clave de este éxito momentáneo en un equipo que con él como técnico ya ha conseguido un título, el de la Copa del Rey 2020, que ganó en abril de este año.
Ninguno de los más de 35.000 socios que tiene el club, su cifra más alta de la historia, renuncia ahora a lograr un premio mayor como sería emular los títulos de liga que logró en la década de los 80 con el ya fallecido Alberto Ormaetxea, con otro técnico guipuzcoano.
Para ello, Alguacil ha evolucionado el juego del equipo desde la apuesta por la posesión como máxima premisa, que impulsó Eusebio, hasta, sin renunciar a ese estilo, convertir a la Real en un equipo rocoso que recibe muy pocos goles y al que le rematan muy pocas veces.
Innovaciones como distorsionar el dibujo durante los primeros minutos para despistar al rival, como hizo ayer con Zaldua de extremo al inicio del choque, o el catálogo de salidas de balón desde Remiro, se van incorporando al librillo de un Alguacil que crece cada día con el equipo.
La identificación con el club y la provincia de un técnico de la casa, la apuesta sin complejos por la cantera, la eliminación de las pistas de atletismo en su campo y el gran acierto del director deportivo, Roberto Olabe, con los fichajes, son piezas claves de un club que dirige Jokin Aperribay con el sentido común y una discreta ambición como principal seña de identidad.
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