Primero eficacia y con el aire de cara, control

En la primera parte, el Zaragoza había rematado una docena de veces por dos del Betis, pero el que había puesto la eliminatoria de cara era el equipo verdiblanco. Esa mayúscula eficacia es la misma que impulsa al bloque de Mel en Segunda. Rubén Castro actúa una y otra vez como un buen delantero de Primera y eso, junto al orden y la personalidad de los béticos, vale para ganar casi siempre a equipos de la Liga Adelante y a este Zaragoza enfermo y desordenado.

DEFENSA

La primera parte deparó a un Betis frío. Iriney estuvo menos agresivo que de costumbre, Arzu no está para espolear a nadie y la defensa apenas salió a apretar y anticiparse. Eso permitió que Gabi y Ander Herrerra maniobraran por dentro con el apoyo de las piezas ofensivas que actuaban más abiertas, Boutahar y Bertolo. El holandés actuó con movilidad y calidad, apareciendo por muchas zonas, mientras que Bertolo profundizó mucho por la izquierda, donde Miguel Lopes sufría. En tres cuartos de campo el Betis apenas recuperaba pelotas, y cuando lo hacía, la perdía casi al instante unos metros más arriba, con lo que la defensa apenas podía salir de la cueva. Pero los dos latigazos de Rubén Castro recondujeron la situación. En el descanso, con 1-2, Mel logró que se redujeran los metros entre la defensa y la media y además, el Zaragoza se fue desinflando: Gabi y Boutahar bajaron mucho y Lafita, el sustituto de Ander Herrera, jamás encontró el sitio en el campo.

ATAQUE

¿Que hubo falta a favor del Zaragoza en el origen del 0-1? Puede ser, pero el error de Iturralde no es culpa del Betis, que se cuela por la mínima rendija para ejecutar: Salva Sevilla lo ve muy rápido, lanza a Rubén Castro y gol. En el segundo latigazo, gran pase de Arzu -buena noticia su vuelta, porque aporta más visión y toque en el medio- , Jorge Molina deja pasar y todo que se pone de cara. Con los cambios, Mel logró que la pelota fuera más del Betis, y lejos de Casto: Beñat, Juande y Ezequiel jugaron con tablas y aplomo.

VIRTUDES

La pegada, la mano de Mel para reajustar el sistema defensivo y acertar con los cambios.

TALÓN DE AQUILES

La blandura de la primera mitad.