Preparado para ofrecer batalla
La gestión de Manzano permite al Sevilla ir al Camp Nou con sus estrellas frescas, aun sin Palop ni Jesús Navas · En Liga, el jiennense ganó allí dos veces desde 2003; los blancos, ninguna
Después de varios años de grandes frustraciones en el Camp Nou en forma de humillantes goleadas, el Sevilla acude al gran coliseo azulgrana dispuesto a ofrecer una digna batalla. Salvo en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey que terminó ganando el curso pasado, el equipo de Nervión se ha ofrecido últimamente en la Diagonal como el inocente cordero que es llevado al ara del sacrificio. Pero en esta ocasión la mano de Gregorio Manzano, y su buena gestión del grupo, posibilita a su equipo presentarse con ciertas expectativas de dar la sorpresa. Entre otras cosas porque, aparte de la buena senda de un equipo que ha ganado cinco de los seis partidos que ha dirigido el jiennense, éste ha reservado a sus estrellas para que vayan con hambre a Barcelona.
Kanoute, Luis Fabiano, Renato, Konko y Perotti ni siquiera viajaron el miércoles a Irún, y Martín Cáceres estuvo de espectador en el banquillo del Stadium Gal. Además, gracias a la apuesta por los jugadores que menos estaban contando para la ida de la eliminatoria contra el Real Unión, futbolistas como Diego Capel o Romaric sólo entraron al campo cuando el partido ya estaba sentenciado y ofrecerán frescura y alternativas. Eso sí, dos futbolistas clave como Palop y Jesús Navas se perderán la cita.
Contrasta esta realidad con la de los últimos años. En concreto, el Sevilla ha salido goleado del Camp Nou en sus dos últimas visitas ligueras, con idéntico marcador que el de la reciente Supercopa de España (4-0). Pero aquel Sevilla que dirigía Manolo Jiménez estaba muy condicionado por el calendario. En abril de 2009, el partido fue un miércoles anterior a la visita del Real Madrid de Juande Ramos y Jiménez reservó en el Camp Nou a Adriano, Renato, Kanoute y Perotti, disponiendo una alineación que fue muy discutida y que no le sirvió para plantar cara luego a los de Chamartín. Y el año pasado, el Sevilla arribaba a Barcelona el 16 de enero por tercera vez en apenas dos semanas, después de eliminar de la Copa a los azulgrana. La posterior ida copera de cuartos en La Coruña también afectó negativamente al once elegido por el entonces técnico sevillista, quien, con Kanoute y Zokora en la Copa de África, no contó con Luis Fabiano, Negredo, Renato ni Perotti.
Todos estos jugadores sí estarán en plenas condiciones mañana en el Camp Nou, y apuntan a la titularidad, aunque las bajas de Palop y Jesús Navas impiden que el pleno de estrellas sea completo.
Al margen de las dos últimas goleadas encajadas, el Sevilla no gana en Barcelona desde el lejanísimo 15 de diciembre de 2002, la famosa noche en la que los goles de Toedtli levantaron una tormenta de pañuelos contra Joan Gaspart. Desde entonces no ha vuelto a vencer el equipo blanquirrojo en el Camp Nou, donde sólo ha ido cosechando derrotas excepto un empate a uno en otra famosa noche, la del 3 de septiembre de 2003, en la que el partido empezó a las 00:05 por un resquicio del reglamento federativo que aprovechó Joan Laporta. El duelo concluyó 1-1.
Al contrario que el Sevilla, Gregorio Manzano sí ha ganado últimamente en Barcelona en Liga. En sus diez años en Primera, el técnico jienennense sabe lo que es salir victorioso del complicadísimo feudo azulgrana. Lo logró en las dos ocasiones con el Mallorca. En su primera etapa en el equipo de Palma, venció por 1-2 frente al Barcelona de Radomir Antic, con goles de Álvaro Novo y el ex sevillista Carlos, en 2003. Y hace tres temporadas, el conjunto bermellón no sólo ganó al de Frank Rijkaard, sino que obró una meritoria remontada después de ir perdiendo 2-0 gracias a los goles de Borja Valero, Webo y Güiza. Sólo es un dato estadístico, pero que viene a unirse a la nueva perspectiva que se abre con la gestión de Manzano.
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