DEPORTE
Sevilla, preparada para la Carrera Nocturna

De Ponferrada a Stuttgart

Un año después de su estreno oficial con el Sevilla, Javi Varas tendrá su gran reválida debutando en la Champions · "Es un sueño que afronto con mucha confianza, sin nervios", asegura

Javi Varas, a las puertas del Sánchez-Pizjuán antes de partir a La Coruña.
Eduardo Florido / Sevilla

19 de octubre 2009 - 05:02

De El Toralín al Mercedes Benz Arena. De El Bierzo a Baden-Wurtenberg. De Ponferrada a Stuttgart. Éste es el camino que terminará de recorrer mañana Javi Varas, cuando efectúe su debut en la Liga de Campeones con la camiseta del Sevilla, la misma que portaba su ídolo Juan Carlos Unzué cuando él acudía como socio a la grada de Nervión y la que le cederá Andrés Palop, su gran referencia y maestro además de compañero, según ha reconocido en multitud de ocasiones el propio meta de Pino Montano. Hace un año debutaba en un partido oficial del Sevilla, en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, ante la Ponferradina. Fue el 29 de octubre de 2008. Mañana, 20 de octubre de 2009, cumplirá un sueño que quizás no entraba tan pronto en sus planes. Aunque él siempre confió mucho en sus posibilidades, al igual que Jiménez y los técnicos del club.

Desde aquel partido en El Toralín en el que fue sorprendido cuando el partido llegaba a sus estertores por un tiro cruzado de Portilla (1-0), Javi Varas ha defendido la meta sevillista en cinco citas más oficiales. Y cada vez ha ido a más un jugador que, a sus 27 años recién cumplidos, aún tiene recorrido por delante como guardameta. El 17 de enero de este año se estrenó de forma brillante en Liga ante el Numancia. Incluso salvó a su equipo con un par de paradas providenciales. Luego llegaría el mal trago de la goleada en el Camp Nou, donde nada pudo hacer en los cuatro goles que encajó y, en cambio, sí evitó que la humillación blanca fuera mayor aquella noche para olvidar. También jugó en Soria el último partido liguero, una cita de trámite. Y en La Coruña volvió a demostrar que está capacitado para aguantar sobre sus hombros el peso que significa defender la portería del equipo en el que siempre soñó jugar. "Después del partido, Palop me envió mensajes y me dijo que me podía ir tranquilo a casa porque había hecho bien mi trabajo. Es un detalle que agradezco mucho", dice el meta.

Mañana tendrá una reválida de primerísimo nivel, en un lugar de alcurnia europea como Stuttgart. "Es un sueño que quizás no esperaba tan pronto, lo afronto sin nervios, con mucha confianza. Si hubiera transmitido dudas, sí podría tener nervios". Muy lejos queda su etapa en el Alcalá, cuando pudo tener su momento de gloria en aquella eliminatoria de la Copa de 2005 en la que la tanda de penaltis sonrió a Doblas. Ahora acaba de renovar su contrato con el Sevilla hasta 2013, con la meta de hacerse con la titularidad algún día.

Esta gran ocasión le llega porque Palop vuelve a tener problemas en el sóleo, en la zona del gemelo, la misma que tuvo fuera de combate al valenciano un mes y medio, en la campaña 06-07. Entonces, su sustituto fue Cobeño, un portero que no cuajó en Nervión. Javi Varas espera que esta nueva reválida le allane su futuro. Su deseo de ser el titular del Sevilla podría no estar tan lejano, pues Palop cumple 36 años el jueves, aunque el valenciano continúa siendo una referencia intocable.

Esta prueba de fuego en el Mercedes Benz Arena no asusta a Javi Varas: "No creo que me impresione más que el Camp Nou. Será bonito, un partido de Champions es lo máximo junto a un Mundial". En el coqueto y magno estadio alemán se medirán dos porteros de trayectorias contrapuestas. Frente a Javi Varas estará el veteranísimo Lehmann, a punto de cumplir los 40 años. Todo un subcampeón del mundo con Alemania en 2002, que fue elegido mejor portero de la Liga de Campeones en 2006, cuando fue subcampeón del torneo continental con el Arsenal. "Hace unos años no me podía imaginar esto. Lehmann es un meta mítico de las ligas europeas, está en sus últimos años, pero está rindiendo bien y le tengo el máximo respeto, siento admiración por él", afirma.

Intercambiarse los guantes con él ya sería un privilegio para este meta que, en equipos como el Nervión o el San José, fue creciendo en campos de albero de Primera Provincial y Regional Preferente antes de configurarse como uno de los mejores porteros que han salido de la cantera sevillista en los últimos años. Pero su humildad está perfectamente casada con su férrea voluntad de asentarse en la élite, en el equipo de sus amores. "Voy ganando en experiencia y madurez. Voy encajando en el equipo", dice con naturalidad y sin prisas.

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