Pólvora mojada para el centenario

betis - ponferradina · el otro partido

Rubén Castro rozó el gol en varias ocasiones, sobre todo en un primer tiempo donde sí recibió asistencias. El canario sigue con 16 dianas y con Borja Bastón pisándole los talones.

Rubén Castro disputa la pelota con el defensa visitante Lucas.
Rubén Castro disputa la pelota con el defensa visitante Lucas.
Samuel Silva

09 de febrero 2015 - 05:02

Con 99 goles con la elástica verdiblanca, Rubén Castro tenía ante la Ponferradina la primera oportunidad para convertirse en centenario, pero ni fue el día del Betis ni tampoco del delantero canario, pese a que rozó el gol en varias ocasiones. Decía Pepe Mel en la previa que confiaba en que Rubén dejase a un lado sus problemas extradeportivos, tras la petición de 25 meses de cárcel realizada por la Fiscalía, y, como ocurre desde que fue denunciado, la cabeza del delantero sí estuvo en lo que ocurría sobre el terreno de juego. Pero sin acierto.

Tardó en entrar en acción el canario, como el resto del equipo verdiblanco en ataque. Justo después de una buena jugada de Dani Pacheco, el otro Dani, Ceballos, le dio un pase interior al delantero canario, que recibió dentro del área para disparar con la derecha excesivamente cruzado. Fue el primer aviso serio de un Betis que en esos momentos desarboló a su rival tanto por intensidad como por apariciones en ataque. Apenas un minuto después de nuevo Rubén se erigía en protagonista con un remate de cabeza que Kepa, con un mal despeje, casi convierte en ocasión para Jorge Molina.

No se frenó ahí el ímpetu de Rubén ni tampoco el del Betis y tras un disparo de Jorge Molina, el canario aprovechó el rechace para intentar otra vez alcanzar ese gol 100, pero se volvió a encontrar con la intervención del meta vasco. Era un Betis con movilidad, abierto por los extremos, lo que también ayudaba a que los delanteros encontrasen espacios por dentro o que pudieran aprovechar los centros generados desde las bandas, como ocurrió en el gol de Jorge Molina.

El propio Rubén realizó una acción individual dentro del área, rodeado de contrarios, e intentó sorprender con un pase al segundo palo que se quedó sin rematador. Al descanso llegaría de nuevo con el canario en acción, esta vez entrando en asociación con Dani Pacheco.

Pero si el Betis bajó el pistón tras el descanso, otro tanto ocurrió con Rubén, que se quedó desasistido en ataque tras la salida de Jorge Molina. Apenas un par de remates del canario, tras pases de Reyes y Varela, respectivamente, se contabilizaron en la cuenta verdiblanca. Demasiado poco para el Betis, actuando como local y ante la Ponferradina. El canario, eso sí, intentó ayudar en la presión sobre la zaga rival, pero el mal posicionamiento del equipo ni siquiera sirvió para aprovechar ese esfuerzo.

El encuentro finalizó con Rubén cabizbajo. Ni él pudo lograr ese deseado gol 100, ni el Betis esos tres puntos que lo hubieran colocado igualado al grupo de cabeza, del que ahora lo separan dos puntos. El canario, mientras tanto, continúa como máximo realizador de Segunda con 16 goles, pero ya tiene a Borja Bastón pegado a sus talones, tras los dos goles de éste ante el Barcelona B y una oportunidad extra en el partido aplazado ante Osasuna que disputará esta semana. Más contratiempos para un Betis que no termina de arrancar.

Quinto gol para Jorge Molina; Rennella se queda sin minutos

Asentado en la titularidad, Jorge Molina anotó su quinto gol de la temporada, con una acción de delantero para aprovechar un centro de Piccini. El alcoyano está respondiendo a esa confianza que le muestra Mel, pero éste se está encontrando con un problema, al no hallarle sitio a Rennella, que ayer volvió a quedarse sin minutos. El preparador madrileño no está encontrando la fórmula para repartir los minutos entre los dos delanteros y si bien Jorge Molina ha aumentado su producción hasta llegar a esos cinco goles, el franco-italiano se ha estacando en seis ante la falta de oportunidades. Ayer, como también en Soria, el equipo hubiera demandado la presencia de Rennella para tener más presencia en el área rival.

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