Planificación anticipada

La planificación verdiblanca avanza a pasos agigantados antes de que la pretemporada dicte necesidades definitivas y establezca qué Betis entrará en escena la próxima campaña.

El Betis no tardó en hacer sus primeros movimientos de mercado y ya son cinco las caras nuevas respecto al curso pasado. Ahora, llegará el turno de conocer el futuro definitivo de los cedidos y las negociaciones para la continuidad de algunos hombres.

El primer misterio que se encuentra en la mesa es el futuro de Mario. El central, que pide dos años de contrato mientras el Betis ofrecerá sólo la opción de uno con mejoras económicas, es la prioridad de Pepe Mel para formar parte de las cartas elegidas para la zaga, junto a Paulao, Perquis y Amaya. Es sabido por todos que la irregularidad física del tinerfeño es su mayor carencia de cara a tener un camino más fácil para seguir en el Betis, aunque esta pasada temporada disputó 20 encuentros en Liga, el doble de los jugados por el internacional polaco Damien Perquis, que tendrá que confirmar en su segundo año su margen de mejora.

Ya avisó el propio Vlada Stosic que el deseo es contar con cuatro centrales, aunque el club vislumbra la posibilidad de incorporar a un defensa que pueda adaptarse a la posición de lateral. El análisis de las carencias de la pasada campaña genera dudas acerca de la fiabilidad de los carriles defensivos. Ni Chica ni Ángel lograron un brillante rendimiento en la derecha, mientras que Nacho y Álex Martínez alternaron periodos de regularidad, hechos que obligan a pensar en opciones de reemplazo obligado. La llegada o no de un lateral derecho adaptable condiciona la presencia de Juanfran, que podría tomar protagonismo como lateral diestro ante la amplia presencia de extremos y atacantes de banda si finalmente Campbell y Juan Carlos logran quedarse.

El Betis se construye bajo el mismo prisma del pasado curso, aunque con vistas a mejoras que deben ser obligadas de cara a su participación en la Liga Europa. Con ello, la mirada a todas las líneas es existente, pese a que Cedric y Chuli hayan aterrizado para reforzar un ataque del que se cayó Pabón. Ambos tendrán que ganarse en pretemporada la opción de ser cartas imprescindibles.

La portería también dejó flancos de debilidad. La marcha de Adrián deja paso a la incógnita de Andersen, llamado a ser primer o segundo portero en la medida en que la secretaría técnica acierte con el siguiente en llegar.

Stosic prioriza también la búsqueda de creatividad en la medular. La esperada marcha de Beñat deberá ser compensada con un hombre que maneje los hilos desde el centro del campo. Con la opción de Verdú fuera de su alcance, el Betis quiere apuntalar esa posición antes que de que el mercado limite más las alternativas existentes.

En relación a los cedidos, la intención de Mel es contar con Campbell y Juan Carlos. La continuidad del primero está en manos de Arsene Wenger y la del segundo en que el Braga termine de concretar su deseo por Salvador Agra, con medio pie en Portugal.

Sin prisa, pero sin pausa, el Betis acelera gestiones de cara a una planificación con caras nuevas y la idea clara de mejorar lo pasado y cubrir necesidades lo antes posible. Sin embargo, la tardanza de algunas salidas y la incógnita sobre el rendimiento de algunos fichajes podría variar aún mucho los planes.