"Pido perdón; todos somos culpables"

Después de la humillación que recibió el Betis este domingo en el Sánchez-Pizjuán ante un sensacional Sevilla, sólo Salva Sevilla pasó por la zona mixta para explicar qué es lo que le había pasado al cuadro verdiblanco.

El virgitano, al menos, tuvo lo que hay que tener en esos momentos, para no esconderse y dirigirse a una afición que anoche sufrió una decepción histórica, de las que nunca se olvidan en la vida. Por eso, lo primero que hizo el centrocampista fue pedir perdón por la pésima imagen ofrecida en el campo: "Sólo nos queda eso. No puedo decirle otra cosa a nuestra afición. No nos han salido las cosas como nosotros queríamos y eso se ha notado desde el inicio. Con dos goles en cinco minutos es muy complicado jugar en este estadio. Ahora sólo nos queda reflexionar todos, trabajar y pensar en el siguiente encuentro".

Salva volvió a insistir en las pésimas circunstancias que envolvieron el partido de un equipo heliopolitano que recibió un repaso de los pies a la cabeza: "Ya no nos queda otra que mirar hacia delante. Tenemos que intentar aislarnos de todo esto, aunque sabemos que será muy difícil, y pensar en el choque ante el Real Madrid. Va a ser muy difícil sacar algo positivo, pero después de lo de hoy tenemos que intentar con más ganas todavía".

Cuestionado sobre quién había sido el principal responsable del desastre de los béticos en Nervión, el futbolista almeriense se mostró contundente al respecto: "Los responsables de lo que ha sucedido hoy somos todos y sobre todo los futbolistas que somos los que estamos en el terreno de juego y tenemos que dar la cara. Pido disculpas e insisto en que lo que tenemos que hacer es trabajar, levantarnos de este varapalo, ponernos las pilas, reflexionar e intentar ganar el siguiente encuentro".

Aunque, más tarde, Adrián escribió un tuit en el que pedía perdón -"Quiero pedirle mis mas sinceras y dolorosas disculpas a nuestra Gran Afición Betica! Soy el primer gran decepcionado, lo siento de corazón!"-, los seguidores béticos, aquellos que con 4-0 siguieron animando como siempre, no escucharon las voces de sus futbolistas, que se montaron en el autobús pensando, seguramente, en lo sucedido. Un 5-1 que deberá hacer reflexionar a más de un futbolista, que cuando vea el partido por televisión comprenderá lo que significa un resultado marcado en el corazón de los béticos para toda la vida.