Perfil: Lopetegui, cercanía con el jugador y maestro táctico

Destitución de Lopetegui

Julen Lopetegui
Julen Lopetegui / Efe
Roberto Morales (Efe)

13 de junio 2018 - 13:18

Julen Lopetegui, que será entrenador del Real Madrid tras la participación de España en el Mundial, es el elegido como sucesor de Zinedine Zidane por su similitud con el francés en la complicidad y la cercanía con el jugador, y como experto táctico con habilidad para que sus equipos plasmen de memoria varios dibujos en función del partido.

La carrera de Lopetegui sigue su progresión tras el que será un paso fugaz por la selección española y que se esperaba fuese largo. Sin derrotas como seleccionador, superando récords de goles y extendiendo la línea de juego marcada por Luis Aragonés y extendida por Vicente del Bosque.

Añadiendo variantes tácticas con presión alta y varios sistemas que enriquecieron el juego de la Roja antes de la llegada al Mundial de Rusia.

Estudioso del fútbol, vuelve a una de sus casas como jugador y técnico. Se formó como portero entre las categorías inferiores de la Real Sociedad y las del Castilla, filial del Real Madrid, al que llegó en la temporada 1985/1986 y en el que jugó tres campañas para ser cedido a la UD Las Palmas en la 1988/1989.

Los números de Julen Lopetegui
Los números de Julen Lopetegui / Efe

Su regreso al Real Madrid el siguiente año fue irrelevante y durante dos cursos fue el tercer portero y sólo disputó un partido, ante el Atlético de Madrid, que acabó 3-3.

Ese vacío de minutos provocó el traspaso del guardameta donostiarra al Logroñés, en el que vivió sus mejores años con tres campañas muy buenas que le sirvieron para que Javier Clemente, entonces seleccionador español, le llamara para el Mundial de Estados Unidos 1994, en el que no jugó ni un minuto.

Después, el Barcelona se fijó en él y, sin oportunidades en tres campañas, decidió recalar en el Rayo Vallecano, en el que fue una figura siempre respetada hasta que colgó finalmente los guantes en 2002.

Pasó prácticamente ese mismo año a iniciar una carrera exitosa en los banquillos. Quizás pronto para dirigir un equipo del carisma y la exigencia del Rayo. Tan solo lo dirigió once partidos en Segunda división en un año convulso que acabó con descenso al infierno de la Segunda división B.

La caída desde Primera de un Rayo a la deriva no tuvo freno y Julen, con todo el dolor de su corazón, no lo pudo evitar.

Durante un paréntesis de cuatro años siguió con el estudio y el crecimiento en la sombra mientras ejerció de comentarista deportivo en televisión. En 2008 se produjo su primer regreso a la casa blanca.

Volvió a los banquillos para tomar las riendas del filial del Real Madrid en Segunda división B. En un equipo con nombres como Alberto Bueno, Pedro Mosquera, Fran Rico o Marcos Tebar, acabó en sexta posición sin lograr luchar por el deseado ascenso.

La llamada de la RFEF fue irrechazable y fue en las categorías inferiores de la Roja en las que comenzó a cosechar éxitos. Fueron cuatro años hasta su marcha al Oporto en 2014, ganó dos campeonatos de Europa sub'19 y uno sub'21 con jugadores que se han convertido en fijos ahora en la absoluta como sus referentes Isco Alarcón y Thiago Alcántara.

En Portugal vivió la exigencia de dirigir a un grande como el Oporto. La presión mediática y social fue enorme. Fue destituido después de dirigir al equipo entre mayo de 2014 y enero de 2016.

Durante una temporada y media no pudo ganar ningún título, pero dejó al club portugués más de 100 millones de euros en sus arcas por las ventas de Danilo y Casemiro -31,5 y 7,5 millones de euros, respectivamente-, de Jackson Martínez -por 35 millones- y de Álex Sandro por 26 millones.

Tuvo que capear la desconfianza con la que siempre le examinó la prensa por no tener un currículum sólido en grandes clubes. Cuando estaba a punto de viajar a Inglaterra tras comprometerse de palabra con el Wolverhampton, de Segunda división, llegó la llamada de Ángel María Villar, entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, para ser el relevo de Vicente del Bosque en la selección.

Imposible negarse. El legado era complejo. La Roja había pasado de su etapa más gloriosa a dos eliminaciones duras en Mundial y Eurocopa.

Su dirección le situó entre los grandes entrenadores. Camino perfecto al Mundial, dejando en el camino a Italia, y gran imagen siempre en los amistosos ante grandes selecciones, desde que venció en su estreno a Bélgica, empatando en Wembley ante Inglaterra y frente a Alemania también a domicilio, y vapuleando a Argentina.

El Mundial le hará marcharse por la puerta grande de la selección o salir en medio de la crítica por la situación generada a tres días de arrancar la competición. El gran reto del Real Madrid le espera al final del camino.

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