Pereira regatea al quirófano

Jonathan Pereira anda cabizbajo. El menudo gallego apenas sonríe y su rostro refleja la preocupación de quien quiere agradar al nuevo técnico desde el primer día y sentirse futbolista y se ve obligado a trabajar sin contacto alguno con el balón debido a unas interminables molestias en la cadera derecha.

"Aún no tengo muy claro qué va a pasar", comentaba Jonathan Pereira a este diario, con rostro pesimista, el pasado martes tras someterse en Sevilla a unas pruebas en compañía del doctor Tomás Calero, quien aprovechó de camino para trasladar también a Damià, que había llegado a un acuerdo con Osasuna.

Efectivamente, el pequeño delantero fue sometido a una resonancia magnética y le fue efectuado un estudio radiológico dinámico en su cadera derecha para comprobar el alcance de la lesión. Jonathan se había marchado con algún dolor en las vacaciones y cuando en los últimos días quiso hacer algo de ejercicio, notó molestias, por lo que acudió en Galicia a un especialista, que emitió un informe.

Ya en Sevilla el pasado lunes se lo hizo llegar a Calero, quien ayer mismo viajó de nuevo con él desde Nuevo Portil a la capital hispalense para finalizar el estudio que le está realizando. En este caso, le fue realizada una prueba un poco más específica, llamada Artro RM, de la que aún se está a la espera de resultados.

Calero tiene la intención de consultar los resultados con diversos especialistas para decidir, conjuntamente con el futbolista, si es conveniente que pase por el quirófano para corregir sus dolencias o es posible que éstas sanen con un tratamiento alternativo como el que ahora sigue, con mucho reposo, pero con el que no acaba de sentirse bien ni, muchísimo menos, entrenarse con normalidad como él quisiera.