"A Pau se le ve muy calmado y eso nos tranquiliza a todos"

En un viaje relámpago Madrid-Sevilla, Jorge Garbajosa llega con la hora justa a su cita con el Road Show con el que la Federación Española de Baloncesto pretende promocionar el Mundial de España 2014. Una vez retirado, su vida ha cambiado drásticamente. Habla de la FEB, la selección, los amigos de la ÑBA, sus primeros pinitos en televisión, el Cajasol...

-¿Cómo le va dentro del staff de la Federación?

-Sabía que iba a estar bien, pero no tanto. Primero por la buena acogida de los compañeros de trabajo y luego por el proyecto, que te gana. La Copa del Mundo 2014 no se limita a 15-20 días de torneo y su organización, sino a difundir el baloncesto por todas las ciudades.

-Y con José Luis Sáez como jefe...

-Nuestra relación ha cambiado, pero sigue siendo un padre deportivo para mí. Es una persona clave en mi vida deportiva y personal, por eso le estoy muy agradecido por esta oportunidad. Pepe tiene algo muy importante: en el cara a cara te gana. Tiene una ilusión tremenda por este deporte, por trabajar, por buscar el apoyo popular...

-¿El Eurobásket de Eslovenia 2013 es de transición para la selección?

-¿Torneo de transición? Somos la selección que en los últimos diez años hemos tenido menos bajas. El compromiso de este grupo ha sido tremendo. Si hay alguna baja se entenderá, pero con una selección en la que va a estar Llull, Ricky Rubio, Rudy, Marc... Esta selección tiene que ir a ganar siempre.

-Salvando las distancias, ¿Orenga es el Tito Vilanova del baloncesto?

-Sí. Es el técnico perfecto para este momento. Seguramente nadie quería la baja de Scariolo porque ha demostrado el grandísimo seleccionador-entrenador que es. Pero una vez que ocurre y te pones a pensar un poquito, la figura de Juan (Orenga) es la primera.

-¿Qué ha significado Sergio Scariolo para usted?

-Me ha entrenado en muchas circunstancias diferentes de mi carrera. Cuando me estaba formando como jugador en Vitoria; lo tuve cuando ya estaba más consolidado de vuelta a Málaga; estuve con él en el Khimki en el momento más cuesta abajo de mi carrera; y lo he tenido en la selección. Lo poquito que he aprendido y conseguido, en parte, se lo debo a él.

-¿La llegada de jóvenes europeos, africanos... a las canteras lastra el futuro del jugador español?

-Hay que diferenciar del jugador que viene aquí con 22-23 años, que en un año consigue el pasaporte de un país, lo que es lícito y legal, y el chaval que llega, como Nico Mirotic, con 13 ó 14, y que está perfectamente implicado y se siente identificado con la cultura española, con el idioma, la forma de vivir...

-¿Mirotic o Ibaka?

-La pena es que hay que elegir porque, de momento, no pueden jugar juntos. Son dos jugadores que cualquier selección mundial quisiera tener en sus filas.

-A punto de cumplir 35 años (Torrejón de Ardoz, 19-12-1977), ¿no se veía con carrete para seguir?

-No quería engañar a nadie, y menos a mí mismo. Cuando acabas cada temporada y pasan tres días ya sientes ese gusanillo de volver a entrenar. Cuando te planteas si quieres seguir jugando, la pregunta no necesita respuesta. No es ni un paso atrás ni uno al lado, porque creo que mi momento llegó. ¿Podía haber seguido jugando un año más? Igual sí, pero no quería ni faltarme a mí al respeto ni a ningún club.

-Y cambió la cancha por el plató.

-Me lo pasé muy bien haciendo un cameo para la serie Fenómenos. Pero es algo puntual. Me gusta la tele, pero no para dedicarme sólo a eso. Intento ser ambicioso y productivo donde me hallo.

-Se rumoreó que podía haber venido a jugar a Sevilla a inicios de 2011, ¿qué pasó?

-Sí que se habló en su momento. La verdad es que Sevilla es una ciudad que me encanta y en la que tengo muchos amigos. Por circunstancias, se toman otros caminos.

-¿Cómo ve al Cajasol actual?

-Mejor que en el comienzo. El inicio ha sido muy duro: un cambio en la plantilla enorme en el que sólo siguen Triguero, Sastre y Satoransky; cambio de entrenador; reducción de presupuesto... Una situación difícil. Poquito a poco ha ido mejorando su rendimiento y en los dos partidos ante Madrid y Barcelona, aunque no ha ganado ninguno, supo competir.

-Roderick Blakney, compañero suyo en Málaga, suena para el Cajasol, ¿alguna referencia?

-Es un tipo muy de vestuario, un americano muy europeo. Un base que puede anotar, valiente, pero sobre todo un líder. Quizás sea un jugador que Cajasol necesite, que aporte puntos y haga piña.

-¿Ha hablado con Pau Gasol?

-No he hablado directamente con él, pero sí con gente de su entorno. Está siendo una situación muy difícil para él. Se le ve muy calmado y eso nos tranquiliza a todos. Es una persona que ha vivido momentos buenísimos y no tan buenos y ha estado por encima de todos ellos.

-Y vaya cómo está Marc.

-Está a un nivel tremendo, no sólo por los números, sino por la sensación de dominador que da en los partidos: marca el tempo, ordena a sus compañeros, se juega a su ritmo, cuando quiere correr da un pase largo, cuando no, retrasa el rebote para dársela al base.

-¿Le seducen los banquillos?

-Me estoy sacando el carné en los ratitos que el presi me da libres (risas), pero más que nada por tenerlo. Quién sabe si dentro de unos años me entra el gusanillo y quiero entrenar...