Padres a la caza del nuevo Messi
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'Atontados por el fútbol' analiza con un toque de humor los perfiles de padres y entrenadores que se pasean por los campos del fútbol base
En las gradas de los campos de fútbol se encuentra un tipo de aficionado conocido como el padre del crack. Se le reconoce fácilmente por frases como "a mi hijo lo quiere el Sevilla", "mi chaval es el mejor" o "ha marcado la tira de goles". Cualquiera podría pensar que habla de un futbolista profesional, pero lo curioso es que el chico sólo tiene siete años.
Este curioso personaje fue el que inspiró a Nacho Navarro y Alberto Martín para escribir Atontados por el fútbol, presentado el pasado jueves en la Fundación Madariaga, una tipología de padres y entrenadores que se pasean por los campos del fútbol base. "El tema del libro es el comportamiento de algunos progenitores en referencia a la actividad deportiva de sus hijos, en este caso el fútbol", explica Navarro, o como le gusta hacerse llamar: el padre del portero, el que más sufre. Precisamente uno de los 40 perfiles que aparecen en las páginas de este libro. "La clave es despertar a los padres de acciones inconscientes que influyen en los niños. En el libro queremos hacer esto a través de la reflexión y el análisis, pero siempre con un toque de ironía y humor", añade Alberto.
Ellos mismos se consideran unos atontados por este deporte. Alberto es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, militó en las categorías inferiores del Real Madrid y del Betis, y fue internacional con España hasta sub17. Actualmente trabaja para el fútbol base del club bético. En cambio, Nacho es psicólogo, pero además técnico deportivo y padre de un joven portero.
Entrenador y padre, los mismos perfiles que aparecen en el libro. "Nacho y yo observamos y analizamos ciertas cosas que nos llaman la atención y que influyen en lo que al final es un juego de niños. Hay que saber dónde está la línea roja", comenta el técnico. "A veces son presiones desde las gradas por las expectativas económicas que puede acarrear el futuro de un hijo como deportista de élite, otras son por ex deportistas que no han podido llegar lejos y ponen sus frustraciones en el niño", lamenta Nacho.
Por ello, los autores han querido plantear cuál debería ser el objetivo principal de este deporte: la formación y disfrute de los más pequeños. Algo en lo que padres, entrenadores, clubs y federaciones deben reflexionar y, después, trabajar juntos por lo más importante, que no es llegar a la élite, sino la felicidad de los niños. "Lo que quiere un padre es lo mejor para el hijo. Tiene que pensar que realiza una actividad deportiva, ya de por sí positiva, y a partir de ahí acompañarlo y animarlo", aconseja el psicólogo sevillano.
El fútbol base cada vez está más presente en la sociedad. Más niños, más equipos, y más padres que rodean las categorías inferiores del deporte rey, provocado su crecimiento a nivel de masas. "Por esto quizás se note más que antes este tipo de conductas. También hay más sobreprotección y sobreexposición en las redes sociales", advierte el ex futbolista, en referencia al perfil de la madre Twitter. "Nos pasamos horas hablando de fútbol y, al final, nos acaba alejando de la realidad", concluye Navarro.
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