Óscar Campos, más cerca de su meta aun con el Covid-19

Atletismo | Maratón de Sevilla

El atleta corrió el pasado 23 de febrero el Maratón de Sevilla ya contagiado con el coronavirus

Pese a que sentía que le "faltaba el aire", logró marca personal y repetirá en la capital hispalense "cuando se pueda"

Óscar Campos, tras finalizar el Maratón de Sevilla / M.G.
Pablo Salvago

20 de mayo 2020 - 06:50

Sevilla/No había acabado todavía febrero cuando aquello del coronavirus aún parecía cosa del lejano oriente. El maratón de Tokio (programado para el pasado 1 de marzo), más cerca de China que España, canceló la prueba más para evitar que miles de chinos llegaran a Japón que porque el Covid-19 ya estuviese instalado en su territorio y eso hizo que Óscar Campos, que lo tenía todo listo para correr allí dentro de un reto solidario, se inscribiera a prisa corriendo para disputar el Maratón de Sevilla, que sólo una semana antes reabrió las inscripciones para acoger a algún corredor que se hubiese quedado huérfano por el cierre de la cita de la capital nipona. Aquel 23 de febrero hizo marca personal (2:49.19 horas), pero algo no iba bien: posiblemente corrió ya contagiado de coronavirus.

"Si lo llego a saber jamás lo habría hecho. Ojalá no haya contagiado a nadie, pero en ese momento creía que era un resfriado o una gripe. No había información casi del coronavirus y aún no tenía fiebre", síntoma por excelencia, explica Campos, que llegó a Sevilla “de rebote por la cancelación de la prueba japonesa. "Estaba en un pico de forma alto, ya que había preparado bien el maratón de Tokio, pero a mediados de febrero empecé a notar que no me sentía bien, con rodajes malos en los que me faltaba el aire. No era normal, pero en ese momento lo del coronavirus lo veíamos todos muy lejano". Y tanto. Pensó que era un resfriado y cargado de paracetamol tomó la salida de la carrera hispalense. "Lo pasé muy mal en el tramo final. La última media hora me faltaba el aire me ahogaba y llegué mal a meta", recuerda.

Días después llegó la fiebre. "Casi 39 grados durante tres días", explica. Pero lo peor, como padre, estaba por venir. "Mi hijo pequeño tuvo una bronquitis muy fuerte. Incluso tenía que dormir boca abajo e inclinado. Fuimos al centro de salud y nos decían que tenían todos los síntomas, pero sin test no podían hacer nada. Mi otro hijo también pasó varios días con fiebre. La única que se libró fue mi mujer, que debe ser de hierro", explica.

"Si lo llego a saber no hubiera corrido el maratón; ojalá no haya infectado a mucha gente"

Pero hasta que bien entrado marzo no explotó la pandemia en España no empezó a relacionar nada. "Marzo y abril los he pasado confinado y ahora en el trabajo nos han hecho pruebas que reflejan que lo pasé ya hace bastante tiempo. Es algo que a muchos compañeros les ha pasado. Así que estando confinado desde entonces, creo que corrí en Sevilla con el coronavirus. Sólo espero no haber afectado a mucha gente", indica confiado. "Entonces había mucho desconocimiento y no creíamos que el coronavirus ya estaba aquí. Pero lo estaba y no lo sabíamos. De haberlo conocido no hubiera ido a correr”.

Ya recuperado, ha empezado de nuevo a retomar la rutina por Moncada y Reixach (Barcelona), "aunque con tranquilidad". "En este tiempo de confinamiento he hecho bicicleta, con una estática de mi suegra, pero lo mío es correr. Ahora hay que empezar con cabeza. No hay prisa. De aquí a que haya otra carrera...", señala Campos, a quien la pandemia le impidió completar su reto solidario para recaudar fondos para la investigación de la enfermedad de Creutzfeldt Jakob: un euro por cada metro para así estar más cerca de la verdadera meta. La idea era correr los seis grandes maratones con esta causa solidaria y ya tenía tachados los de Nueva York, Boston, Chicago y Berlín. Este año finalizaba el reto solidario con los de Tokio y Londres, pero de momento todo se ha pospuesto un año. Eso sí, la idea es volver, en algún momento a Sevilla para correr ya sin el dichoso coronavirus: "Nunca había estado aquí porque, por fechas, no me cuadraba, pero tenía ganas. Y pienso regresar. Pese a que no me encontraba muy bien, fue espectacular: el clima, el recorrido, la gente... Volveré a Sevilla, aunque sea para la media maratón, que también la tengo pendiente".

Óscar Campos posa en la Setas de la Encarnación con su medalla de 'finisher' del Maratón de Sevilla. / M.G.

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