Obligado a ganar, hoy y siempre...
Previa · Real sociedad- Sevilla
El Sevilla se olvida momentáneamente de su vital visita a Alemania para no perder de vista la cuarta plaza. El esfuerzo del jueves, un rival más en Anoeta.
Un equipo profesional tiene que contar con que en una temporada hay partidos como éstos. La visita a Anoeta se le cuela al equipo de Unai Emery como muchos partidos de la pasada campaña o de todas en las que ha llegado lejos en alguna competición de eliminatorias, en los que hay que competir pero menos que dentro de cuatro días en Alemania en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League. El Sevilla se juega ante la Real Sociedad no perder de vista la cuarta plaza de la Liga, una posición que no puede olvidar -ni lo va a hacer- el grupo que se mueve al son del entrenador de Fuenterrabía, un hombre que ganó crédito el jueves con un movimiento táctico ante muchos sevillistas que alabaron su decisión sólo porque acabó con final feliz, pues no hay que ser muy listo para entender cuál hubiera sido en esta ciudad el signo de los comentarios al cambio de José Antonio Reyes si el Sevilla hubiese acabado con 0-0 ante el Borussia Mönchengladbach o el equipo alemán hubiera hecho bingo en algunas de las acciones que salvó Sergio Rico.
Tanto el Sevilla de hoy como el del jueves están en la tarea de cumplir con lo previsto, aunque ello no es fácil en su totalidad por mucho que el sevillista de a pie lo vea como una obligación. De entrada, cuenta el peaje que los esfuerzos acaban siendo para un equipo que tiene que jugar dos veces por semana. Lo comprobó el Sevilla en Getafe tras competir y plantarle cara al Real Madrid cuatro días antes y puede repetir experiencia en Donosti, donde, por si fuera poco, la LFP que maneja el irritante Javier Tebas le escatimó unas cuantas horas a la tropa de Emery fijando el partido a las doce del mediodía.
Hay que contar con que un patinazo en estos días siempre es posible y el Sevilla debe saber dónde ha de dirigirse o cuál es la prioridad en cada momento de la temporada. Éste es uno de ellos y tanto los que están dentro como los que están fuera sueñan con que lleguen todavía algunos más de aquí a finales de mayo.
Con todo, un tío ganador como Emery escudriña de arriba a abajo su plantilla para exprimirla y alinear dos onces capacitados para ganar en los dos partidos, el de hoy y el del jueves. En Alemania estará Krychowiak y no lo hará hoy por sanción, y lo mismo ocurrirá con Nico Pareja, que se quedó en Sevilla para descansar. Aparte, Emery reservará a varios de los expedicionarios para dar entrada a gente que debe ir entrando en la dinámica, como los franceses Tremoulinas y Gameiro, lesionados hasta la fecha.
Jugadores con minutos en las piernas como Fernando Navarro, Bacca o incluso el propio Reyes pueden esperar su momento desde el banquillo, pues los partidos se juegan con catorce jugadores y no sólo con once.
Mientras, en el rival es un alivio que no esté Carlos Vela, un jugador el mexicano que ha pasado por momentos muy dulces de forma y cuya ausencia junto a la de Griezmann tiene a la Real Sociedad bastante limitada en ataque, o por lo menos sin dos estiletes de cuidado. No obstante, igual que hace catorce días el Getafe, el equipo txuriurdin es machacón en su estadio y ha salido airoso de las visitas de los ilustres de la Liga, por lo que un Sevilla con un esfuerzo sin tiempo de recuperación en las piernas y pensando en que se juega media temporada el jueves en Alemania es la presa perfecta. Y es lo que deberán impedir los jugadores que elija el entrenador, que vuelve a la que fue su cuna como futbolista.
Al final, el equipo se pone y compite, pero todas estas cosas son las que se meten en una coctelera y dan como resultado un partido de éstos en los que el resultado es una incógnita.
El Sevilla no va a dejar de apretar porque el Valencia no lo hace y ayer tarde dejó otra demostración en Córdoba. Tampoco Villarreal y Málaga frenan y la victoria de los costasoleños en el Camp Nou anima a hacerse muchas preguntas en esta Liga.
No hay excusas que valgan por tanto porque el Sevilla, mientras no se demuestre lo contrario, está obligado a ganar. Hoy y siempre.
No hay comentarios