"Del Nido habla de mí para justificar lo que ha comprado"

El asunto accionarial vuelve a tomar actualidad en el Sevilla debido a las compras que están efectuando tanto la familia de José María del Nido como Rafael Carrión. El presidente blanquirrojo señaló el lunes, durante la presentación de Diego López, que el que fuera presidente entre mayo de 1997 y febrero de 2000 es el máximo accionista individual después de las últimas operaciones, entre otras cosas porque era el que más acciones había estado comprando en los dos últimos años. Y Carrión no ha dudado en responder de una forma bastante airada, dejando incluso entrever que la paz social a la que alude Del nido para jusfiticar la adquisición del paquete de José María González de Caldas está en peligro y que el club puede volver a pertenecer a un solo propietario, como en los tiempos de este empresario que tantos problemas acarreó al Sevilla durante su mandato.

"No sé a qué viene esto, será que habla de mí para justificar lo que ha comprado... -dijo Carrión en la web Muchodeporte.com-. Además, eso no puede decirlo en público, hay una ley que lo impide. Otra cosa es que un accionista de la entidad vaya y se informe", añadió.

Carrión tuvo que salir del club al serle retirada la confianza de los máximos accionistas en 2000, justo cuando Roberto Alés tomó el relevo en el sillón presidencial para intentar frenar la sangría económica en la que llevaba inmerso varios años el club. Ahora, Carrión se ha convertido en el máximo accionista individual, aunque no quiso especificar el número exacto de títulos que posee. "Fijarse en mí es absurdo, cuando él controla muchas más acciones que yo -volvió a decir refiriéndose a Del Nido-. Él y su grupo (Sevillistas de Nervión) tienen un porcentaje suficiente como para no preocuparse. Además, yo no me opongo a él, ni nunca he dicho que esté en contra", dijo.

El ex presidente sevillista pasó al ataque al insinuar que lo que se consiguió cuando los accionistas despojaron de poder a Caldas puede quedar en nada si Del Nido pasa a controlar la mayoría de las acciones. "A mí me da igual que lo haga, pero sí digo una cosa, que no me gustaría que sucediera lo mismo que con Caldas. En el estadio hay un azulejo que conmemora la libertad del Sevilla, que no fuera de una sola persona. Así que ahora veo que ese trabajo puede no haber servido de nada". Además, justificó así su adquisición de acciones: "Para mí es una inversión más, como la que se puede hacer en un banco o en una petrolera. Soy sevillista, mi familia también y para mí las acciones de mi club sí tienen un valor".