Nacho, Jorge Molina, Salva Sevilla y Amaya, capitanes

Para la última semana de concentración en Inglaterra había quedado pendiente la designación de los capitanes para esta temporada, algo resuelto ayer por el vestuario verdiblanco, que eligió mediante votación a sus representantes. No hubo sorpresas y los tres primeros capitanes -Nacho, Jorge Molina y Salva Sevilla- serán tres de los cuatro jugadores que se mantienen en la plantilla de los que lograron el ascenso a Primera, mientras que el último capitán será Amaya, un jugador con ascendencia en el vestuario.

La continuidad de Nacho como capitán de la plantilla se daba por segura. En su quinta temporada en el club verdiblanco, el único fichaje de la etapa de Lopera que aún sigue en el equipo se estrenará como primer capitán. El malagueño, con más de 190 partidos en Primera -67 de ellos con el Betis- aportará su experiencia a un vestuario con muchas caras nuevas.

Como segundo capitán aparecerá Jorge Molina, uno de los jugadores que logró el ascenso y que ha ido reforzando su figura en el Betis en los últimos años. Tras ampliar su vinculación nada más acabar la pasada temporada, el delantero alcoyano se ha convertido en otra pieza importante del vestuario. Ya en esta pretemporada, Jorge Molina ha lucido el brazalete de capitán en alguno de los amistosos, al tratarse de uno de los jugadores más veteranos del equipo. "Sería un orgullo muy grande ser capitán del Betis", manifestó hace unos días a este periódico, por lo que el delantero verá cumplida esta aspiración.

Salva Sevilla, por su parte, será el tercer capitán del equipo. El virgitano, otro de los que vivió en primera persona el ascenso, también cuenta con el respaldo de todos sus compañeros y en su cuarta temporada en el Betis está considerado uno de los pesos pesados del vestuario.

El cuarto representante de la plantilla, y que portaría el brazalete en ausencia de los tres anteriores, será el central Antonio Amaya, quien por su carácter ha adquirido galones en el equipo. El madrileño siempre ha aportado su experiencia al grupo, algo que incluso aumentó la pasada temporada cuando se convirtió en uno de los jugadores decisivos para lograr la clasificación continental. Es su tercera temporada en el club, aunque está pendiente de una posible renovación de contrato.

Precisamente, tanto Amaya como Salva Sevilla deberán lucha contra una maldición existente en el Betis en las últimas temporadas. Y es que en el club verdiblanco viene ocurriendo que la continuidad de todos los capitanes se antoja como imposible de una temporada a otra, algo que puede afectar a ambos, quienes en principio finalizan sus contratos en junio de 2014. De hecho, de la temporada pasada, Casto y Cañas se marcharon tras finalizar sus vinculaciones con la entidad verdiblanca.