Muniain hizo lo que no hicieron Reyes o Vitolo
sevilla - athletic · informe técnico
Emery fracasa en su plan para paliar la baja de Rakitic.
Que Rakitic tiene un enorme peso específico en este Sevilla y su ausencia siempre la va a acusar el equipo es innegable. Y que ayer fracasó el plan de Unai Emery para paliar la baja del suizo-croata, también. Ernesto Valverde teje una tupidísima red en el centro del campo y por ahí suele llevarse el agua a su molino. Era fundamental, pues, que el doble pivote sevillista se hiciera fuerte en los balones divididos, en la anticipación, en la ocupación de los espacios. Por eso llamó la atención que Iborra, el mejor en Friburgo y en buen estado de forma, se quedara en el banquillo. Y también era vital, para que el plan sin Rakitic cuajara, que los tres mediapuntas trabajaran para juntar las líneas y para que el rival no creara superioridad en la sala de máquinas. Y ahí, Vitolo -precipitada su vuelta- y Reyes naufragaron. Con su frialdad sin el balón y su fútbol inconstante, poco hicieron por evitar que los leones se enseñorearan del pasto. Al otro lado de las trincheras, Muniain hizo lo que el canario o el utrerano no hicieron: aparecer en zonas interiores para asociarse con los medios y ayudar a tener la pelota para percutir.
Defensa
La sorprendente salida del equipo de Iborra conllevó que Carriço cediera su puesto como central a Cala. Y además, que Fazio se desplazara al perfil zurdo, donde baja sus prestaciones. No se ajustaron bien los stoppers, incomodísimos ante el acoso sin cuartel de Toquero y el baile continuo de jugadores que aparecían desde la segunda línea. El dinamismo de Mikel Rico y Ander Herrera, con la ayuda de Muniain, y el perfecto orden táctico que procuró Valverde, dio la pelota al Athletic incluso con la entrada de Iborra por Cala y la vuelta de Carriço al eje de la zaga. Pero al menos, los pasillos interiores no fueron tan expeditos para los vizcaínos.
Ataque
Con menos posesión de lo habitual en casa, tampoco hubo alternativa en los contragolpes: los laterales, con mucho trabajo atrás, apenas subieron, y Bacca ganó muy pocos balones de espaldas para lanzar a los atacantes de la segunda línea. Reyes y un Vitolo sin chispa fueron engullidos por la intensidad colectiva de un aguerrido Athletic.
Virtudes
El balón parado volvió a ser letal, pero esta vez fue la única vía.
Talón de Aquiles
Un teórico rival directo mandó por un mejor orden, ocupación de los espacios y desempeño.
Uno por uno
Beto La cesión de Fazio en el gol del empate fue un tanto corta, pero más aún lo fue por su tendencia a ver el fútbol bajo el larguero. Luego, ágil bajo palos y providencial en el penalti que detuvo a Susaeta.
Figueiras Arrinconado atrás, volvió a arrugarse por arriba en un par de centros al segundo palo. En ataque, poco. Hoy no es más que Coke, ni muchos menos.
Cala Demasiados conatos de fuego a su alrededor.
Fazio Esa cesión corta lo pudo sacar del partido, pero fue de menos a más y en la segunda parte, por la derecha, fue el seguro de los últimos partidos.
Fernando Navarro Susaeta y De Marcos, demasiado trabajo.
Carriço Algo rígido ante la movilidad de Muniain, Ander Herrera o Mikel Rico en la zona ancha.
M'Bia Su agresividad y valentía sofocó las embestidas de los leones, pero le faltó pausa con la pelota para elegir buenas opciones y asegurar el pase.
Reyes Era clave que apareciera y fuera constante para encauzar los ataques, pero fue devorado.
Vitolo Acusó sus dos semanas de inactividad. Sin chispa y con el toque perdido.
Alberto Moreno Gran maniobra y golpeo en el gol. Pero fue el único enchufado en ataque y acabó arrastrado por la corriente.
Bacca Perdió casi todos los balones de espaldas ante la pujanza de Laporte y el oficio de Gurpegui. Tampoco jugó al espacio y pronto se crispó.
Iborra Sumó en defensa.
Perotti Un escarceo por la derecha.
Gameiro Sin opciones.
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