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Muchísimo más que un tributo

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El V Champions for Africa congrega esta noche a la afición sevillana en un sentido y agradecido adiós al gran Kanoute. La recaudación ayudará a dar un impulso definitivo a Sakina, la Ciudad de los Niños.

Un aficionado, en la exposición 'Instantes, Frederic Kanoute', que se abrió ayer en el pasillo del antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Juan Antonio Solís / Sevilla

25 de septiembre 2012 - 05:02

El de esta noche (20:45) no es un partido más. Está fabricado de un material muy sensible, con un trazo cuya química es tan especial que no dejará rastro en actas arbitrales ni clasificaciones, pero sí en un lugar bastante más profundo. Su huella quedará grabada en la memoria colectiva del fútbol sevillano, que hoy acudirá a Nervión a despedir al gran ídolo y hacerlo del modo que él más va a valorar: con un gesto humanitario. No hay puntos en juego, eso queda para el próximo sábado con la llegada del gran Barcelona de Messi. Hoy, las razones para acudir al Ramón Sánchez-Pizjuán son otras. Algunas tan tangibles como los euros. Otras, más espirituales.

3 Hasta siempre, Fredy. La semilla de este partido se planta desde el momento en que Kanoute y el Sevilla deciden separar sus destinos, a finales de la temporada pasada. El club, que ya despidió con honores a Daniel, Renato, Maresca, Dragutinovic, Luis Fabiano o Escudé, ya tenía pensado dar un giro de tuerca en esas despedidas cargadas de recuerdos gloriosos cuando se tratara del miembro más simbólico de aquel equipo casi irrepetible, Kanoute.

El mejor modo de homenajearlo estaba claro: tender una mano al objeto en torno al que girará su vida pública cuando cuelgue las botas, su fundación. Nada de estatuas. Qué mejor que Nervión volviera a acoger el Champions for Africa, el partido benéfico que la Fundación Kanoute y Unicef organizan cada año desde 2008. El lema, "jugamos en Sevilla, ganamos en África".

3 El reencuentro. Pero este amistoso no será un amistoso benéfico más. Habrá un componente emotivo de un pronunciado sabor. Muchos de los integrantes de aquel equipo que levantó cinco copas en quince meses retornan al teatro de sus sueños después de hacer las maletas. La fecha no es la más idónea, pero no quedaba otra libre en el calendario de este 2012. Y por ello no podrán estar Renato, Luis Fabiano o Maresca. El Barça también se negó ayer a ceder a Daniel y Adriano. Pero sí que acudirán David, Diego Capel, Notario, Escudé, Kepa, Kerzhakov, Dragutinovic, Hinkel, Martí, Javi Navarro, Aitor Ocio, Pablo Alfaro. Y por supuesto, lo verá todo desde el tercer anillo el autor del gol que cambió la vida a los sevillistas cierto Jueves de Feria. Retornan los héroes para defender una camiseta efímera -¿o más bien eterna?-, la del Sevilla Fútbol Kanoute, dirigidos por Míchel y Antonio Álvarez. Enfrente, la selección Champions for Africa -Marchena, Iriney, Güiza, Toquero...- a las órdenes de otros dos grandes símbolos del sevillismo, los Manolos: Cardo y Jiménez.

3 Lo primordial. Lo que hoy llama a las conciencias desde Nervión va mucho más allá de las fotos para el recuerdo y que el aficionado pueda decir con el tiempo aquello de "yo estuve allí". El domingo lo dijo el propio Kanoute con su verbo parco pero rotundo: "Supondría un paso adelante tremendo para la Ciudad de los Niños llenar el Ramón Sánchez-Pizjuán, los fondos servirán para completar y equipar el resto de Sakina y para poder acoger y cuidar a más niños huérfanos". No cabe un reclamo mejor. Hoy moran y descubren la vida 40 pequeños en las coquetas casas de barro de Sakina, a las afueras de Bamako. Pero la Fundación Kanoute no va a parar de trabajar hasta que sea un centenar de criaturas las que allí respiren con su escuela, su centro médico, su zona recreativa y deportiva y hasta su granja para autoabastecerse.

3 Sobran los colores. La nobleza de lo que hoy sucederá en el Ramón Sánchez-Pizjuán disipa cualquier atisbo de rivalidad. Es por ello que el Real Betis Balompié, como no podía ser de otra manera, también estará representado en la gran fiesta. Lo hará en el palco con Miguel Guillén y Gordillo. Y también con los numerosos aficionados béticos que se han venido acercando hasta las taquillas del estadio del eterno rival para sumarse a la causa benéfica. Y si no se suma el Betis también sobre la hierba, será por la esaborición de que mañana asome el Atlético por Heliópolis.

Será una noche mágica, como un dulce sueño del que muchos no querrán despertar. Pero despertarán. Y con el tiempo se solazarán recordando lo que ese equipio de campeones fue capaz de conquistar para el fútbol según Sevilla. El equipo de los supercampeones. El equipo en el que despuntaba la figura longilínea y majestuosa de Kanoute.

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