Con Morata, el resultado es cero a cero

España arranca con sensaciones contrapuestas en la Eurocopa. La buena propuesta de la tropa de Luis Enrique se topó con una pared que cada vez admite menos discusiones por mucho que sea tal vez algo injusto personalizar en un solo futbolista. Pero Morata se encarga de cargar de argumentos a quienes censuran su presencia en el once nacional, al menos con el rango de titularísimo y ahí está la jugada del minuto 38 para atestiguarlo.

El delantero centro de la Juventus estaba haciendo un partido más que digno, trabajando en la presión como un jabato, impidiendo que los suecos pudieran salir desde atrás, si es que deseaban hacerlo, claro, que no era el caso… Todo eso está muy bien, pero un ‘nueve’ de nivel debe sumar a todo lo anterior que tiene que meter dentro de la portería las que son fáciles. No se trata de exigirle la definición de Diego Armando Maradona o de Leo Messi, pero en ese fallo del central la pelota tiene que acabar dentro de las redes de Olsen.

Lamentablemente, no fue así y por eso la selección española no pudo debutar en esta Eurocopa con un triunfo ante una Suecia muy cortita de fútbol en la que sólo Isak hizo temblar los cimientos, particularmente en una acción en el minuto 61 en la que todos se enredaron, nadie fue capaz de detenerlo en su aparentemente torpe progresión y la pelota acabó prácticamente a puerta vacía para Berg. Menos mal que éste tampoco estuvo muy acertado. Como Morata, vaya.

España tuvo una puesta en escena de lo más prometedora. Luis Enrique había apostado por su tradicional 1-4-3-3 y le daba todo el mando al jovencísimo Pedri. Era una decisión osada, pero es cierto que el canario tiene la habilidad para hallar líneas de pase donde nadie las ve. El problema, tal vez, es que aún no está en su punto de cocción perfecto, está verde para otorgarle tanta responsabilidad, aunque es capaz de acciones brillantísimas.

Pero con ese esquema el combinado nacional era capaz de meter a Suecia en su campo de manera abrumadora, con una posesión del balón del 79% durante el primer acto. Y las ocasiones fueron apareciendo como un goteo. Dani Olmo se topó en un cabezazo franco con Olsen. Paradón, aunque con esa ventaja debió ser el primero. Después le tocaría por partida doble a un Koke omnipresente.

Ahí le toca el turno a Morata con su toque con el interior desviado ante la salida desesperada de Olsen antes del primer susto protagonizado por Isak que acabó con el balón rebotado hacia el poste de Unai Simón. España se había vaciado en la presión, pero al descanso todo se quedaba igual que como comenzó.

Acabaría de semejante forma después de un segundo periodo en el que las fuerzas comenzaron a escasear y también, por qué no decirlo, en un tiempo en los que los suecos se hartaron a perder tiempo con la anuencia del esloveno Vincic.

Luis Enrique trató de mover el árbol de manera un tanto extraña. Con cero a cero, dejó al equipo sin delantero centro para situar en el eje a Ferran Torres en esa posición y muy poco tiempo después apelaba a la situación más normal. ¿Tan escaso de fuerzas ha llegado a Gerard Moreno? Los especialistas en la preparación física de la selección tendrán muchos más datos al respecto, pero el delantero del Villarreal puso en evidencia en los 21 minutos que estuvo en el campo, incluido el tiempo de prolongación que es una situación incomprensible que no sea el nueve titular en este equipo.

Todo lo hace con muchísimo más sentido, le mete el miedo en el cuerpo al rival y, sobre todo, tiene intuición para hallar el gol. Le sucedió en todos los centros que le llegaron y en el mejor cabeceó con todo a favor en el minuto 90, pero le faltó desviar algo más su testarazo picadito en el maravilloso centro de Sarabia. Ahí pudo también ganar España, como con Morata, pero nada que ver el grado de dificultad de ambos remates.

Al menos, España dejó el debut en una cuestión recuperable. Empate a cero cuando lo tradicional incluso en los estrenos son situaciones aún más complicadas, pero el grupo se puede poner complicado con el triunfo de Eslovaquia sobre Polonia. Toca seguir y, sobre todo, marcar un gol de vez en cuando, algo que resulta siempre más factible con Gerard Moreno que con Morata, que ojalá cierre también la boca a un cronista que está deseando sentir semejante afrenta, porque marque mil goles con España, aunque quienes más saben aquí son los hombres de fútbol y más aún Luis Enrique, que es el máximo representante de éstos en un país llamado España.