Montanier rima con Mel

Este domingo se cruzan en Anoeta Betis y Real Sociedad, dos de los equipos revelación del campeonato, que han pasado de tener la permanencia como objetivo a mirar cotas más altas. El conjunto donostiarra pasa por su mejor momento desde la llegada de Philippe Montanier a su banquillo y, precisamente, la vida del técnico francés se ha cruzado en más de una ocasión con la de su homólogo bético, Pepe Mel.

El primer capítulo se remonta al 27 de noviembre de 2011, cuando Betis y Real Sociedad se cruzaron en el Benito Villamarín con sus entrenadores muy cuestionados. Incluso el conjunto donostiarra tenía preparado el relevo en el banquillo de Montanier en caso de derrota o empate. Mel tampoco pasaba por su mejor momento, después de una racha de 7 derrotas y un empate que sucedieron a las 4 primeras victorias. Lo sucedido en el partido ya se conoce por todos. La Real se colocó con 0-2, incluso errando un penalti, y cuando todo apuntaba a un cómodo triunfo donostiarra, Jonathan Pereira apareció en el último cuarto de hora para igualar el encuentro. En el descuento, Íñigo Martínez disparó desde su campo y, mientras Mel exclamaba un expresivo "no me jodas", el balón superaba a Casto y colocaba el 2-3 final.

Montanier salvó su primer match-ball, pese a las críticas que vertieron desde dentro del club, algo que reafirmaría una semana después cuando el conjunto realista ganó al Málaga por 3-2 un partido que llegó al minuto 90 con 1-2 favorable para los costasoleños.

En el Betis, el 2-3 ante la Real supuso la reunión del consejo, que finalmente mantuvo a Mel una semana más, que llegarían a ser dos tras una nueva derrota en Pamplona, esta vez inmerecida, y que prolongó la estancia del técnico hasta el duelo con el Valencia. Ese partido el Betis llegaría 0-1 al descuento, pero un doblete de Rubén Castro salvó a Mel sobre la campana.

Los caminos cruzados entre ambos continuaron con una gran segunda vuelta de ambos equipos, lo que les llevó a acabar la Liga igualados a 47 puntos, aunque Mel siempre contó con el respaldo de su afición, mientras que Montanier, precisamente en el partido ante el Betis, escuchó como la grada de Anoeta llegó a pedir su dimisión.