Míchel pregunta por Reyes y por Botía para Olympiacos
El utrerano ha encontrado con Emery su mejor racha en el Sevilla, pero su físico lo limita cada vez más.
Evidentemente, para un equipo que ha ganado un título organizado por la UEFA como es el caso del Sevilla con la Europa League, estaba cantado que no sólo iba a recibir ofertar por dos o tres futbolistas. Los nombres más destacados están en boca de todos: Rakitic, Fazio, Alberto Moreno, Bacca... pero hay otros que también llaman la atención de los técnicos de otros clubes.
En este caso Míchel, entrenador de Olympiacos, una vez que se ha hecho fuerte en el club tras su buena campaña, ha cogido confianza y se ve con poder como para pedir jugadores a su antojo, aunque comparta su mismo representante, en este caso Mariano Aguilar. Sí sorprende que, si bien mantuvo una relación peculiar con Reyes mientras estuvo en el Sevilla, con constantes regañinas públicas y un orillamiento en las convocatorias tras una primera fase en la que sí le dio alguna oportunidad, ahora el fichaje del utrerano sea una fijación para él. Olympiacos, que pierde a Campbell, cuenta con que a Reyes le queda sólo un año de contrato y estima que por poco dinero podría sacarlo de Nervión. Aquí, fue con Emery con quien el futbolista se sintió más a gusto y ha rendido más. Aun con limitaciones físicas (era el primer cambio a la hora de juego habitualmente), Reyes fue un titular fijo en los partidos importantes. Tiene un sueldo muy alto y al Sevilla, que es reacio a renovarlo por su edad y sus mermas físicas, no le vendría mal venderlo, pero no a un bajo precio.
Otra cosa es lo de Botía. El hecho de que el Sevilla haya anunciado a bombo y platillo que es el único de los cedidos que vuelve tras una buena temporada en el Elche tiene implícito atrás un trasfondo sobre su propiedad. Los derechos federativos del murciano son del Sevilla, pero los económicos pertenecen a Doyen, a quien se le complican las cosas si el futbolista entra en el mismo saco del resto de cedidos. Puede que se trate de un gesto hacia el grupo inversor portugués, que no vería devaluado su producto de esa manera. Y ahí entraría el interés de Olympiacos también. Míchel ha pedido a Botía para reforzar su zaga, de la que, curisamente, puede salir Kostas Manolas, un joven central de 1,88 que fue compañero de Cala en el AEK y que, aparte de sonar para el Sevilla, está en la órbita del Benfica.
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