Mestalla, estadio maldito

El Betis no gana en Valencia hace 27 años, tiempo en el que lo hizo dos veces en el Camp Nou y en el Bernabéu. Reto para el equipo de Mel, en el que 17 futbolistas ni habían nacido entonces.

Cañas, Rubén Castro y Molins realizan carrera continua.
Cañas, Rubén Castro y Molins realizan carrera continua.
Javier Mérida / Sevilla

12 de marzo 2013 - 05:02

Una generación de béticos no ha visto a su equipo ganar en Mestalla, donde Pepe Mel y los suyos lo intentarán el próximo sábado (22:00). Para empezar, el día que lo hizo por última vez, el 2 de febrero de 1986, el estadio había perdido el nombre originario que recuperó en 1994. Por entonces se llamaba Luis Casanova, en honor a uno de los mejores presidentes de la historia del club de la avenida de Suecia.

Históricamente, el campo del Valencia es el que peor se le ha dado al Betis de todos los grandes de Primera División. Incluso en el Camp Nou logró puntuar en una cita más. Pero lo ocurrido en los últimos 27 años traspasa esa barrera de plaza difícil para considerarla incluso maldita. Y es que la estadística se dispara con respecto a los otros cinco estadios que podemos considerar históricos y, por supuesto, por cuestiones de pedigrí los más grandes del fútbol español y en los que el Betis y todos los equipos han logrado ganar menos veces.

Ocurre que desde que el colegiado riojano Marín López diese el pitido final aquella tarde del invierno del 86 el Betis ha logrado muchas victorias de calado lejos de Heliópolis, sin contar la Copa del Rey que llevó a sus vitrinas en 2005. En Mestalla, empero, apenas ha logrado arañar tres empates en sus 18 visitas posteriores como equipo de Primera División.

El equipo verdiblanco, que esa misma temporada 85-86 logró vencer en el Camp Nou (1-2) dos meses antes, ha salido victorioso del feudo barcelonista en dos ocasiones más y también ha celebrado tres empates. Los números en el Bernabéu han sido casi idénticos, con dos victorias y cuatro empates. Ambos son los que más se le resisten tras el feudo valencianista, ya que no gana al Barça a domicilio desde la campaña 97-98 (1-3) y una después lo logró en el coliseo del Paseo de la Castellana.

A ambos gigantes los visitará el equipo de Pepe Mel en este acelerón final del campeonato, después de tratar el sábado de romper el mal fario de Mestalla. El técnico madrileño, desde que está en el Betis, ya ha logrado ganar en otros estadios como el Calderón, San Mamés o Nervión.

La ribera del Manzanares no se le ha dado nada mal en estos 27 años que lleva sin pescar junto a la del Turia. El Betis ha vencido en cinco ocasiones, la última la temporada pasada (0-2), que provocó la destitución de Gregorio Manzano y su relevo por Simeone, y empatado siete. Es decir, ha puntuado en 12 de sus 21 visitas en este tiempo.

Números aún mejores exhibe en San Mamés, con cinco victorias y ocho empates en este período. Además, dos de los triunfos ante el Athletic pertenecen a este equipo de Pepe Mel, ambos con marcadores espectaculares, por 2-3 la temporada anterior y por 3-5 en el aldabonazo a la Liga de la presente.

Incluso el eterno rival, con todo lo que ello conlleva, se le ha dado bastante mejor a los verdiblancos. Justo en la 86-87, en la que comienza este análisis, le ganó el Betis dos veces en Nervión por aquello del play-off final de la Liga. Y once meses después de la primera victoria, ya temporada 87-88, volvió a ganar. Cuatro veces más lo ha conseguido desde entonces y tres empates ha cosechado en estas casi tres décadas que suma ya sin ganar en Mestalla.

Mel no es ajeno a esta estadística y será una de las bazas que use durante la semana para motivar a sus hombres. El madrileño, que ha derribado ya varias barreras en sus casi tres años en el Betis, quiere ser el entrenador que suceda al fallecido Luis Cid Carriega, el último que logró aquella victoria, que, por cierto, provocó que Óscar Rubén Valdez fuese relevado en el banquillo che por el gran Alfredo di Stéfano, quien había hecho campeón de Liga al equipo levantino en la temporada 70-71 y de la Recopa en una segunda etapa en la 79-80.

Mientras, el bético Carriega alineó aquel 2 de febrero de 1986 a Cervantes; Calleja, Álex, Hadzibegic, Diego; Parra, Ortega (Quico, 73'), Romo; Gabino, Ito (Suárez) y Calderón. Los goles fueron de Gabino (23') y Romo (42') y los verdiblancos tuvieron que aguantar toda la segunda parte con diez jugadores por expulsión de Calleja (44'), quien vio dos tarjetas amarillas.

El Valencia formó con Bermell; Juárez (Sixto, 32'), Voro, Tendillo, Muñoz Pérez; Subirats, Castellanos (Carlos Arroyo, 32'), Roberto; Cabrera, Ferrando y Urruti.

En aquella temporada 85-86, Mel, el hombre en el que hoy deposita el bético sus ilusiones de vencer en Valencia, tenía 22 años y jugaba en Segunda División con el Castilla. Hizo 10 goles en Liga y cuatro años después llegó al Betis. Fabricio, Cañas, Rubén Pérez, Beñat, Pabón, Nosa Igiebor, Molins, Álex Martínez, Adrián, Vadillo, Pozuelo, Campbell, Juan Carlos, Nono, Eder Vilarchao, Sergio y Fausto, dos tercios de la plantilla actual del Betis, no habían nacido.

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