Mel, ante un posible cambio de dibujo

Portillo figuraba en un lugar preeminente en la lista de refuerzos sugerida por Pepe Mel a la secretaría técnica y tampoco era un futbolista desconocido para ésta, de ahí que Juan Carlos Ollero dijese el lunes que había jugadores que había solicitado el entrenador y que ya estaban en los planes del club antes incluso del aterrizaje de éste.

Empero, Portillo es un futbolista que, por su posición en el campo, no se adapta al sistema fetiche de Mel, el 4-4-2 que casi siempre ha utilizado en sus años en el Betis y ahora en los dos partidos disputados a la fecha, ya sea con dos extremos o asimétrico, es decir con uno sólo y con un interior algo acostado a una banda.

El malagueño es un centrocampista ofensivo, no un mediapunta, ya que su bagaje de goles no es alto -6 en 83 partidos oficiales con el Málaga-, y a un futbolista así deberá hacerle un hueco con alguna leve modificación, ya sea en el sistema o apenas en el dibujo.

La primera posibilidad que se le abre a Mel es la de seguir con el 4-4-2 pero cambiar a rombo, es decir, que Portillo juegue por delante de N'Diaye, Xavi Torres o Reyes, sea cual sea el elegido. Otra opción con este sistema es renunciar a los extremos y que Portillo, al igual que Dani Ceballos parte desde la izquierda, lo haga desde la derecha. En ese caso sería conveniente jugar con dos laterales ofensivos -Piccini y Varela- e incluso con dos medios de cierre en lugar de uno, para que las coberturas a éstos dos estén garantizadas.

Otra opción es la de renunciar a un delantero y que Rubén Castro juegue solo arriba sin la compañía de Jorge Molina o Rennella. Así, Portillo jugaría detrás del canario en un 4-4-1-1. Esta quizá sea la menos factible, ya que existe otra que sería el 4-1-3-2, con un medio de cierre, Portillo por delante de éste y dos interiores y dos delanteros, que quizá sea el sistema más adecuado y por el que se acabe decantando Mel para ubicar en el once inicial al menudo malagueño.