Mel juega al escondite

El derbi sevillano

El entrenador madrileño no revelará su once inicial a los propios futbolistas hasta horas antes del partido. Barajará alternativas en los entrenamientos, aunque es muy probable que mantenga el 4-3-3.

Pepe Mel toma distancia para observar el entrenamiento de sus futbolistas en una soleada mañana en la ciudad deportiva de Los Bermejales.
Pepe Mel toma distancia para observar el entrenamiento de sus futbolistas en una soleada mañana en la ciudad deportiva de Los Bermejales.
Javier Mérida / Sevilla

14 de noviembre 2012 - 05:02

La batalla psicológica ya ha comenzado. A Pepe Mel, aunque como entrenador apenas lleva dos derbis, puede considerárselo ya un experto en este tipo de partidos. Vivió un par de ellos con la máxima intensidad en su etapa de futbolista y, además, es prácticamente un hombre de la casa, conocedor de toda la idiosincrasia de los partidos de la máxima rivalidad sevillanos.

Es por ello que su primera medida es tener a todos sus futbolistas en vilo. Con la máxima intensidad en una semana plena de entrenamientos y con la incógnita de quiénes serán los once elegidos hasta los momentos previos del partido.

Ayer optó por una doble sesión de entrenamientos y el ritmo de los mismos irá in crescendo de aquí a que se acerque la hora del choque del domingo (21:30), aunque la ausencia de cinco internacionales, Beñat, Nelson, Perquis, Nosa Igiebor y Campbell, va a provocar que no sea hasta el sábado, a puerta cerrada, cuando quizá revele al menos las pautas de juego con las que tratará de imponerse a su colega Míchel, aunque es descartable un as en la manga como el de la temporada anterior, cuando sorprendió con la ubicación de Santa Cruz en la banda derecha.

Mientras, en los cinco entrenamientos que le quedan, el técnico madrileño tratará principalmente de que sus jugadores lleguen en el mejor momento físico y anímico. Probará diversas variantes e incluso es probable que practique el 4-4-2 -la semana es muy larga-, pero éste se antoja más como una variante durante el transcurso del clásico que de salida, cuando seguramente opte por el 4-3-3 de los últimos partidos.

Dicen quienes lo conocen que tiene la alineación decidida, a expensas del estado en que regresen los internacionales, pero que no suelta prenda. Lo que sí es seguro es que habrá algún cambio y que la entrada de Mario por Perquis es muy probable, máxime si el primero, como se espera, vuelve a ser titular con Polonia tras haberlo sido con el Betis en los últimos partidos. En el resto de líneas habrá que ver si el técnico mira más al encuentro de Getafe, donde quedó satisfecho con el juego del equipo, o al del Granada. Con todo, podría haber cambios en todas las líneas excepto en la portería.

Uno es el aspecto fundamental en el que Mel ha venido incidiendo ya en los primeros entrenamientos, y éste no es otro que una fuerte presión en el centro del campo. Con ello pretende matar dos pájaros de un tiro, como serían tapar las posibles líneas de pase hacia Jesús Navas y Negredo, sus dos principales preocupaciones en sevillista, y robar el balón para tratar de lanzar contraataques con rapidez.

Además, Mel sabe que la intensidad es un derbi es tan necesaria como la concentración y con los entrenamientos -el sábado será el día clave a puerta cerrada y el domingo trabajará el estado anímico con la afición- pretende provocar ese clima que tan bien supo trasladar al terreno de juego de Nervión Iriney. Hoy no está el amazonense, pero el técnico confía en que Cañas sepa convertirse, junto a Beñat, muy sacrificado pese a su escaso acierto, en ese líder que contagie al resto.

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