Mel, un año después

El técnico madrileño acumula méritos en el banquillo en el primer aniversario de su regreso al club verdiblanco Su figura genera ahora más controversia entre los aficionados

Pepe Mel, pensativo, en un entrenamiento de la pasada semana.
Pepe Mel, pensativo, en un entrenamiento de la pasada semana.
Samuel Silva Sevilla

21 de diciembre 2015 - 05:02

La resaca del derbi coincidió con el primer aniversario del regreso de Pepe Mel al banquillo del Betis. El 20 de diciembre de 2014, el club verdiblanco emitía al mediodía un comunicado en el que informaba del acuerdo con el preparador madrileño, el elegido finalmente por el consejo para suceder a Julio Velázquez -y al interino Juan Merino-. "La decisión se demostró acertada", expuso el presidente, Juan Carlos Ollero, el pasado jueves en la Junta General de Accionistas.

A Mel se le encomendó la tarea del regreso a Primera y el objetivo se cumplió con jornadas de antelación y con un Betis campeón de la categoría. Recibido a lo grande por los aficionados, su figura, sin embargo, se ha erosionado más en este último año que en los tres años y medio de su anterior etapa. De hecho, en la propia Junta, dos accionistas de los que tomaron la palabra vertieron críticas sobre el trabajo del madrileño e incluso su nombre ya no se suele escuchar coreado en el Benito Villamarín, algo habitual en tiempos pasados.

Su hoja de servicios sí cumple hasta el momento los objetivos marcados. Al solvente ascenso de categoría, una tarea indispensable para la economía del club como el propio consejo reconoció en la exposición de los resultados, se une la trayectoria de esta temporada, con un Betis en posiciones cómodas desde el principio del campeonato.

La mala racha de resultados en Heliópolis, con una sola victoria hasta el momento en el campeonato liguero, es el principal lunar en esta Liga, aunque en los dos últimos encuentros, ante el Celta y el Sevilla, el equipo bético sí ha dejado satisfechos a sus aficionados a pesar de acabar con sendos empates.

A esa mala dinámica como local, con sólo seis puntos sumados en ocho encuentros, se contraponen los números que el Betis presenta como visitante, donde sí ha mostrado fiabilidad. "Debemos evitar gansadas como la de Las Palmas", reconoció Mel el sábado, al recordar la segunda derrota lejos del Villamarín que cosechó el equipo verdiblanco. 14 puntos ha obtenido el Betis como visitante, con cuatro triunfos, dos empates y dos derrotas, unos resultados sólo superados por Atlético y Celta.

Al preparador verdiblanco se le ha achacado que no encontrase una alineación estable, algo que sí parece haber hallado en las últimas jornadas, en las que el 4-2-3-1 le ha ganado la partida al 4-4-2 que también ha utilizado en esta temporada. Las lesiones y sanciones también jugaron en contra de Mel, que por un motivo u otro apenas pudo repetir once en el inicio del campeonato. La escasa utilización de los fichajes también se empleó como argumento contra el entrenador, aunque el rendimiento de los mismos los ha ido dejando en evidencia y los que han respondido, como Westermann o Petros, sí aparecen entre los más minutos disputan de la plantilla.

Justo un año después de su vuelta a Heliópolis, el balance con Mel se muestra positivo. La tranquilidad en el apartado deportivo viene siendo lo habitual desde su regreso, un aspecto importante en un club en el que los movimientos institucionales se han ido sucediendo. La buena marcha del primer equipo, cumpliendo los objetivos marcados, juega a favor de este consejo, por más que la figura de Mel genere ahora una mayor controversia que en el pasado más reciente.

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