Mejor en la locura que en el orden táctico

Ante la zaga de 5 hubo atasco, salvo el chispazo del 0-1 · El rival se fue destapando y el Sevilla, aun con 10, se parapetó y ejecutó

Mejor en la locura que en el orden táctico
Mejor en la locura que en el orden táctico
Juan Antonio Solís

15 de noviembre 2010 - 05:02

Que el subidón del gol de Negredo, alimentado por las circunstancias adversas que sufrió el Sevilla en Zaragoza, no oculte los defectos que volvió a exhibir el bloque de Manzano como visitante. En esa primera parte de fútbol atado y especulativo, el atasco fue un hecho de lado sevillista. Sólo esa conexión Renato-Kanoute-Luis Fabiano salvó la poblada defensa que ordenó Gay. Tras el descanso, el técnico maño metió dos piezas ofensivas y volvió a aflorar el Sevilla que se entrega a la mayor intensidad del rival, como en Gijón.

Pero con la roja a Fernando Navarro el Sevilla sí tiró de casta, se parapetó atrás (Zokora más las ayudas de Kanoute por dentro, y Alfaro y Perotti por fuera) y aprovechó un error de Jarosik para ejecutar. Fue clave que Negredo peleara todos los balones.

DEFENSA

En la primera parte, el Zaragoza no tuvo reparos en saltar a la hierba con cinco defensas más dos medios defensivos, Edmilson y Ponzio. Sólo Gabi, tejiendo en el medio, más Lafita y Braulio arriba tenían un marcado cariz ofensivo. Y bajo ese planteamiento, Javi Varas vivió un plácido primer tiempo.

Tras el descanso tuvo que desperezarse. Bertolo entró por Ponzio y se ubicó por la izquierda, y Marco Pérez se metió por el central Lanzaro, dejando un 4-4-2. Bertolo condujo a su equipo, y en un par de llegadas enardeció también a la grada. Dabo sufrió mucho, la medular apenas sujetó el empuje local y llegó el empate. Con la roja a Fernando Navarro, en cambio, la contención mejoró. La zaga apretó, no cedió metros, y Zokora barrió por delante. El Zaragoza acumuló piezas arriba con desorden...

ATAQUE

... Y ese progresivo desorden maño lo terminó condenando. Porque, a falta de 5 minutos, Boutahar, un medio, entró por Contini y atrás quedó una zaga con Diogo, Jarosik y Obradovic, alejadísima de Doblas. Negredo estuvo atento a la concesión del checo. En la locura, el Sevilla atacó mejor que cuando el partido fue una partida de ajedrez: entonces, las alas estaban obturadas y Renato no enlazaba.

VIRTUDES

Tiró de carácter ante las adversidades, se rearmó y salió airoso.

TALÓN DE AQUILES

Atasco ante la zaga de cinco.

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