Maratón, la guerra de las zapatillas
Atletismo
Tras los recientes récords mundiales de Kelvin Kiptum y Tigist Assefa, el calzado deportivo se ha convertido en una especie de diamantes
Los periodistas se tienen que poner guantes para no desgastarlas con el tacto y sus precios van de los 500 euros hasta los 2.000 en la reventa
Shumie y Chelal, ganadores del 38 Maratón de Sevilla
Éste es el recorrido del Zurich Maratón de Sevilla 2023
Las zapatillas top del maratón se han convertido en diamantes. Los recientes récords mundiales de Kelvin Kiptum y Tigist Assefa han aumentado la ‘guerra’ entre Nike y Adidas. En el mercado valen 500 euros y en reventa se disparan hasta los 2.000. Los periodistas se ponen guantes para no desgastarlas con el tacto. Son obras de arte.
La batalla por ser el hombre y la mujer más rápida del mundo en maratón ha desatado también una guerra de zapatillas entre Nike y Adidas, cuya apuesta por el I+D para su producto estrella está provocando una guerra deportiva que ha alcanzado su punto cumbre con los recientes récords mundiales de Kelvin Kiptum y Tigist Assefa.
El pasado 24 de septiembre, en Berlín, la etíope Tigist Assefa dio una auténtica exhibición sobre el asfalto de la ciudad alemana. Rebajó en más de dos minutos el récord del mundo anterior que poseía Brigid Kosgei desde 2014 con 2h14:04 y estableció una nueva plusmarca mundial con 2h11:53.
La gesta de Assefa eclipsó al propio Eliud Kipchoge, que también ganó en Berlín por cuarta vez consecutiva, aunque esta vez sin récord, y gran parte de las miradas se dirigieron a sus zapatillas, las Adizero Adios Pro Evo 1, de apenas 138 gramos. Su edición, limitada a 521 pares y con un precio de 500 euros, se agotó nada más ponerse a la venta. En internet, de reventa, su precio ha superado los dos mil euros.
"La zapatilla tiene una suela brillante, con caucho continental, un agarre muy grande y un proceso de moldeo sin compresión. La parte que más pesa es la mediasuela y la goma está en los puntos clave. Eso permite ligereza y un gasto de energía menor. Está pensada para sacar el mejor resultado del atleta en el día clave", declara Angelo Dias, experto en producto de Adidas.
Beso a las zapatillas tras el récord
Con esa victoria en Berlín de Tigist Assefa, y la repercusión mediática que tuvo cuando al cruzar la meta se quitó las zapatillas para besarlas, Adidas ganó la partida a Nike. Sin embargo, la firma estadounidense resurgió sólo dos semanas después, el 8 de octubre en Chicago, con el estratosférico récord mundial (2h00:35) de Kelvin Kiptum en la categoría masculina y el triunfo de Sifan Hassan en la femenina.
El joven keniano, de 23 años, y la neerlandesa, poseedora de los récords europeos de 1.500, 5.000, 10.000 y maratón, corrieron con la Alphafly 3, una zapatilla de placa de carbono cuyo primer diseño se estrenó en Tokio en 2023 y de las que Nike, por el momento, no ha informado de sus características oficiales aunque mantienen la tecnología de sus precursoras para dar sensación de propulsión y ayudar a realizar transiciones suaves en cada pisada.
"Adidas ha buscado una ligereza total para ahorrar energía. Nike, por su parte, ha hecho una evolución de la Alphafly, le han hecho una curvatura un poco mayor y parece que están evolucionando la espuma. Hasta ahora se la consideraba un poco más lenta que la Vaporfly a pesar de que Kipchoge casi siempre corre con ella. Es más económica y te hace llegar más lejos en cada zancada", declara Javi Moro, responsable de material de la revista CORREDOR\, para el que "el gran cambio en las zapatillas ha sido, más que las placas de carbono, las espumas".
El primer atleta español en probar las Adizero Adios Pro Evo 1 es Carlos Mayo, que se las pondrá en el Medio Maratón de Valencia el 22 de octubre y en su debut en maratón, también en Valencia, el 3 de diciembre. Sólo las usará esos dos días y algún otro esporádico para entrenar. No tienen mucho más recorrido.
"Más que presión me siento afortunado por ser el único español en poder usarlas. Hay mucha expectación alrededor de la zapatilla en el mundo del atletismo y muchos compañeros me preguntan", declara Mayo, cuya zapatilla es la 158 de las 521, como luce la serigrafía en la parte exterior.
Esa zapatilla es el particular tesoro de Carlos Mayo hasta el punto que los periodistas, para poder tocarla durante una charla técnica, se tienen que poner un guante para que no se desgaste con el tacto de las manos.
El origen de esta particular guerra por tratar de encontrar la mejor zapatilla de atletismo se podría situar en 2013, cuando Adidas lanzó su modelo Boost, y posteriormente Nike contraatacó con sus nuevos modelos, algunos muy famosos gracias a los triunfos de Kipchoge.
"Esto es sólo el principio", declaran desde Adidas, mientras que Nike, que suele ofrecer novedades en años olímpicos, mantiene con secretismo su trabajo en el laboratorio de investigación y desarrollo para 2024.
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