Lunares para el sobreesfuerzo

No es la primera vez que ocurre en casa y otra vez con Negredo en juego. Ante el Villarreal, el equipo de Jiménez perdió el control del centro del campo por esa falta de ayuda que los medios encuentran cuando se ven desbordados por un rival que puebla la zona ancha. El delantero madrileño, ocasiones falladas al margen, nunca ayudó a un gris Renato en la pelea con Apoño, un jugador que volvió a erigirse en dueño y señor de un Sevilla-Málaga. Esa rémora fue rebotando hacia la portería de Javi Varas en ese efecto dominó que acabó quemándole a Konko y en ocasiones a Dragutinovic.

Así se autoimpuso el Sevilla un sobreesfuerzo tras el descanso no exento de mérito y que rozó el premio completo, pero jugar con fuego es siempre jugar con fuego.

Defensa

Todo lo ocurrido en la primera parte viene del déficit defensivo que se inicia arriba y que le va cayendo cada vez en mayores dimensiones a Zokora. El Málaga hace sangre en esas zonas en las que el Sevilla duda. Arropa a un Apoño crecido ante Renato y vuelca el juego a la banda en la que Konko no logra cerrar casi ningún pase de Duda y donde también acude a la miel Obinna. El resto lo termina de hacer Dragutinovic, que no está centrado y se despista en marcas y sobre todo en despejes. Jiménez, con el 0-2, se la juega fiando todo el sistema defensivo a Zokora y corrigiendo la vía de agua con Sergio Sánchez.

Ataque

No se le puede decir al Sevilla que no expusiera en ataque, pero la afición empieza a entender que Negredo no es Kanoute y no por la falta de gol. La conexión con Renato se hace difícil si el madrileño no lo busca y así, las ocasiones de la primera mitad fueron casi todas contragolpes y jugadas con la marca de Jesús Navas. Sólo la falta de acierto de Negredo impidió que el Sevilla se adelantara. Luego, Jiménez buscó con Kanoute la saturación de delanteros y, aunque no era la fórmula correcta, dio los frutos deseados.

Virtudes

La reacción y la fe con la que se exigió con el 0-2. También, otra vez la estrategia, con el decimoquinto gol y muchas ocasiones.

Talón de aquiles

Los partidos se ganan y se pierden en el centro del campo y Zokora y Renato no son supermanes cuando todos los rivales juegan en esa parcela con más efectivos.