Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Cohabitación y deslealtad (Federal)
Mundial de Qatar 2022
El desenlace del camino de la selección española, del equipo de autor de Luis Enrique, por el Mundial de Qatar no pudo ser más cruel para todos los aficionados al fútbol que tuercen por la Roja. España no corrió muchos riesgos frente a Marruecos, se limitó principalmente a asegurar la posesión de la pelota (el 77 por ciento, según las estadísticas) y fue castigada al final por un verdadero especialista en los lanzamientos de penalti como el portero sevillista Bono.
El tópico denomina a la tanda de los once metros la suerte de los penaltis, pero nada más lejos de la realidad. Los entrenadores que mejor los preparan le piden al profesional que fuerte y al lado natural. Lo peor, sin embargo, es que un cuerpo técnico no sepa que Bono para muchos penaltis y no arriesgue más para evitarlos.
Este fracaso de toda la selección de autor lo puede marcar en su concepción futbolística, pero conviene apuntar rápido que es un pedazo de futbolista y que debe seguir creciendo en su proyección. Sin embargo, es fundamental que juegue más hacia arriba que a buscar sólo asegurar la pelota, cosa que hizo esta vez.
Fue un cero a la izquierda dentro de la selección. Incapaz de desbordar ni una sola vez a un lateral tan ofensivo como Mazraoui y que, además, jugaba en una posición que no es la suya, ya que es un ‘2’. Por ahí se podía hacer algo de daño, pero el yerno de Luis Enrique no consiguió irse ni una sola vez para crear peligro.
Está claro que es una de las piezas claves en el entramado de Luis Enrique y, sobre todo, si el rival se encierra atrás como lo hizo Marruecos. Pero lo que no puede ser es que la única solución del faro por el medio fueran prolongaciones de tacón que se convertían en pérdidas y pases de seguridad para atrás.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
19 Comentarios