Luis Alberto aviva muchas preguntas en el bolo polaco

Los goles los lució Babá, el hombre que acaparó los focos por su acierto y decisión en el área, pero el lujo lo puso Luis Alberto, un jugador sobre el que revolotean tantas preguntas... No la de por qué no juega, sino, por poner un ejemplo, la de por qué va De Mul a las convocatorias y no él o la de qué hubiera pasado si -lo mismo se puede aplicar a Campaña- el talentoso mediapunta gaditano hubiera disfrutado durante la temporada de algunos de los muchos minutos absurdos en los que se ha arrastrado Rakitic.

El Sevilla venció en un extraño bolo polaco (que deja de ser extraño cuando se pone encima de la mesa lo que ha supuesto en beneficios) con dos goles de Babá, un delantero que poco a poco, a ratitos, va ratificando qué clase de jugador es. El senegalés es un rematador, uno de esos puntas que ejecutan bien una misma jugada: desmarque y remate a la primera. Eso lo hace genial, con confianza y decisión. Pero más allá de eso su fútbol se antoja pequeño a veces para un Sevilla en el que hay que hacer más cosas. De cualquier modo, un fichaje que se empezaba a desprestigiar desde algunos foros con malas artes se reivindicó de la mejor manera, con goles. Aunque no olvidemos que partidos así eran la especialidad de Chevantón.

Pero de la tarde en Varsovia emergió una figura, la de Luis Alberto, que a los que conocían la sutileza de su fútbol les provocaba cierto pellizco de lamento: Ay, qué temporada se ha perdido... El de San José del Valle pidió la pelota escorado en la izquierda o por el centro, la aguantó y le puso firma a cuatro asistencias de lujo, dos de ellas culminadas por remates a gol de Babá. Puede ser que fuera la primera vez que Míchel haya visto este juego de Luis Alberto, puede ser, pero lo que es seguro es que su fútbol de ayer, como el de un puñado de canteranos (Salva dio un clínic de sensatez y un pase interior maravilloso, Deivid mostró mucha seguridad, Morales...), avivó muchas preguntas sin respuesta no tanto en la planificación como en la gestión del equipo. Y es que, al margen de la media hora que por contrato debieron jugar Negredo o Trochowski (Navas viajó y no salió), un Sevilla Atlético reforzado con Babá dejó una buena impresión.

Para pararse a pensar: que De Mul acabara de capitán y que Cala jugara los 90 minutos, indicio de que Míchel no tiene intención alguna de ponerlo el sábado por Coke.