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"Es un tío serio, seco, formal, muy responsable, un jugador que quiere reivindicarse en un equipo grande como el Sevilla". Con estas palabras, fuera de micrófono, el máximo responsable del Sevilla alababa las virtudes de Emir Spahic, un central curtido en mil batallas que, según dijo sorprendiendo a todos en su presentación, llega para quedarse. A sus 30 años es hasta lógico que hiciera esta demostración pública de compromiso, pero lo sorprendente es que cuando cumpla el contrato que firmó ayer con el Sevilla, por tres temporadas, tendrá 34 años. Aun así, su declaración de intenciones no pudo ser más contundente. Cuando se le preguntó si, con su edad, era la gran oportunidad de su carrera, replicó así: "Creo que es un paso importante en mi carrera. Éste no va a ser mi último contrato. Aquí me voy a quedar mucho tiempo. He venido a hacer un buen trabajo".
Es lo que esperan José María del Nido y Monchi, que están felices y más que satisfechos con la contratación de un futbolista que está llamado a darle contundencia y mando a la zaga. Un futbolista que, además, a los ojos de los ejecutivos del club, es una auténtica ganga, pues su precio de traspaso es de 1,5 millones de euros y su amortización tampoco será muy elevada, ya que el Sevilla lo ha convencido sobre la base de lo deportivo más que de lo económico: cobrará prácticamente lo mismo que en Montpellier.
Spahic se siente pagado por la oportunidad de jugar en un club como el Sevilla, tras su paso por clubes menores como Torpedo, Lokomotiv o Montpellier. Y el propio jugador reconocía que la doble sanción que recibió de 12 partidos en Francia fue clave para facilitar su salida: "Puede haber sido determinante pero, a la larga, se ha demostrado que todos hemos aprovechado para venir. Ahora estoy aquí para hacer un buen trabajo". Con el aval de ser el segundo jugador con más partidos internacionales (51) con Bosnia, selección que capitanea, el jugador nacido en Dubrovnik sabe que el Sevilla implica un plus en su responsabilidad, un nuevo reto: "He venido a crecer y a ayudar al Sevilla. También a intentar que el Sevilla consiga éxitos como en los últimos años. El Sevilla es un equipo importante. Lo que ha conseguido en los últimos años es un caramelo para cualquier jugador. El equipo que hay también me ha ayudado a decantarme por esta oferta. Hubo otros equipos que se interesaron por mí, pero, todas las demás ofertas de otros equipos, no sólo de España, las he rechazado", decía sobre alguna tentativa de última hora, como una del Valencia. Jerarquía es la palabra usada por el director deportivo para resumir sus cualidades. El liderazgo se lo debe ganar desde ahora y el propio Spahic, con un discurso humilde y coherente, no lo descarta. El vestuario dictará su rol. "Si por mi comportamiento acabo siendo un líder, estaré encantado".
Monchi abundó en los halagos: "Es un jugador con jerarquía, con experiencia, con mando, que sea defensa antes que nada, eso es lo que buscamos", explicó el director deportivo, que recordó que lo venían siguiendo desde 2006, cuando el Lokomotiv cayó camino del gran éxito de Eindhoven. "El año pasado lo intentamos traer, no pudo ser, porque al final renovó por su club. Estamos muy satisfechos de su adquisición, así se lo hemos transmitido a él y él también está muy ilusionado", añadió Monchi, quien supo salir de la espinosa pregunta sobre si la fama de dureza de Spahic puede ser negativa: "Deberíamos estudiar más las trayectorias que el hecho puntual. Ha sido catalogado como uno de los mejores defensas de la liga francesa, creo que no es por dar un codazo, me imagino".
Por último, a Monchi se le preguntó si Spahic soportará la comparación con Javi Navarro: "No soy hombre de comparar, pero ojalá la trayectoria de Spahic sea similar a la de Javi en todas las facetas, en la deportiva y en la de levantar trofeos. Emir tiene similitudes con Javi, pero también las puede tener con otros jugadores".
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