La Liga viste como en los 90
La pelota de papel
El irregular rendimiento de los acompañantes de Messi y la añoranza de Cristiano dejan una zona alta muy abierta –y seguramente transitoria–, como hace décadas que no se veía
Esta Liga parece echar la vista atrás. A aquellos últimos años sin móviles ni internet. Se ha puesto nostálgica y quiere vestir como en esos 90. Con aquellos chándales abombados y de colores ácidos de cuando entrenaba Johan Cruyff. Precisamente desde que el genio holandés impartía su magisterio, la cabeza del campeonato no registraba una igualdad tan marcada como la actual.
Corría la temporada 1993-94, el Barça había ganado las tres Ligas anteriores y aunque acabó revalidando el título, lo hizo con un suspense inolvidable: en el último minuto de la última jornada y gracias a que en otro partido, en La Coruña, Djukic falló un penalti. En la séptima jornada de esa campaña ya se anticipaba esa igualdad. Entonces no se otorgaban aún los tres puntos por victoria, pero al cambio había tres equipos con los mismos 14 puntos que hoy suman Barça y Real Madrid: los azulgrana, el Valencia y la Real Sociedad. Por detrás secundarían al trío el Athletic y el Racing con 13, y luego el Deportivo y el Sevilla con 12.
Aquella Liga acabó con el Barcelona primero con 81 puntos –con el sistema actual de puntuación–, por los 78 del Deportivo. El Real Madrid concluyó cuarto con 64... Los campeonatos noventeros eran así. No hacía falta sumar en torno a 90 puntos, o más, para cantar el alirón, como ahora sucede.
El siglo XXI ha ido acusando una tendencia nociva para la salud del fútbol español: tras esos años iniciales del Deportivo y el Valencia, todo ha sido Barcelona, Real Madrid y, últimamente, el Atlético de Simeone.
De hecho, desde 2002 no sucedía que los dos colosos de nuestro fútbol sumaran menos de 15 puntos disputadas las primeras siete jornadas.
En ambos acorazados cavilan sobre ese irregular desempeño. Siete puntos se ha dejado el campeón en un tramo que no es precisamente de lo más exigente: Girona en casa (2-2), Leganés fuera (2-1) y Athletic en Barcelona (1-1). Encima, acomete este miércoles un duro viaje a Londres en la Champions para medirse con el Tottenham, antes de rendir visita al Valencia el domingo. Ernesto Valverde sabe que el segundo parón obligado por las selecciones se le puede hacer largo y molesto si no reacciona. Algunos puntales, como Piqué o Luis Suárez, no han empezado en forma –los años después de Mundial son delicados– y Messi está empezando a echar ya de menos a demasiados ex compañeros ilustres.
Mientras, el Real Madrid también está empezando a añorar ese fabuloso caudal de goles que garantizaba Cristiano Ronaldo. Parecía que Benzema y Bale habían dado el paso adelante en las primeras jornadas, pero su ritmo goleador se ha cortado y Asensio no acaba de explotar en la medida que se espera de sus excelsas condiciones. El foco gira hacia Mariano como alternativa providencial. El madridismo no admite otra Liga de vaivenes. Y Lopetegui los da en el banquillo.
Por cierto que el hoy entrenador madridista, tras aquella última Liga que ganó Cruyff en el 94, acabó... vestido de azulgrana.
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