Lara Fernández, aspirante a campeona del Mundo de su propio bolsillo
Muay thai
La toledana, afincada en la sevillana localidad de Coria del Río, narra su odisea para lograr participar en el próximo mundial
La toledana afincada en Coria del Río Lara Fernández se enfrentará el próximo 30 de noviembre en Bélgica a la posibilidad de ser campeona del Mundo de Muay Thai, disciplina de artes marciales en la que ya es campeona de España sin contar con ayuda económica alguna pese a su nivel.
Su caso se ha conocido tras un mensaje en Twitter en el que señala: "Las futbolistas féminas profesionales quejándose porque no cobran igual que los hombres profesionales. Y yo me quejo porque el mes que viene disputo el título del Mundo, entreno todos los días y directamente no cobro ni un duro, me cuesta el dinero".
Su vida deportiva, como explica, no está siendo fácil, porque no cuenta "con ninguna ayuda, en parte porque no las hay, ya que éste es un deporte minoritario, muy minoritario, que apenas lo conoce gente". "Tampoco ayuda la prensa, porque en la tele sólo ves fútbol. Cuando ves información deportiva sólo ves a Messi y Cristiano, y así no podemos avanzar, porque sin gente que nos vea, sin seguidores, no hay posibilidad de conseguir ayuda", se lamentó.
Es cierto que el deporte femenino actualmente está subiendo en apoyos, con ejemplos como las audiencias de los partidos de fútbol femenino de Primera División o los éxitos de Carolina Marín, pero esto "sólo ayuda moralmente, como motivación para seguir peleando por conseguir algo", dijo.
A sus 23 años, ha encontrado en Coria del Río el lugar perfecto para competir y hasta allí se trasladó cuando no había cumplido la mayoría de edad desde su Cebolla natal, un pueblo toledano de poco más de 3.000 habitantes donde la conocen, "pero es verdad que es muy pequeño y no tienen capacidad" para ayudarla, igual que en Coria.
Por eso, lanzó un llamamiento: "Necesito patrocinadores que me ayuden económicamente, porque es verdad que toda la ayuda que llegue en forma de material se agradece, pero todo deportista lo que pide es ayuda para poder competir, y eso es lo más urgente".
De momento, puede ir al Mundial de Bélgica porque la organización corre con los gastos, pero todo lo que le suponga el día a día en su preparación corre de su bolsillo.
Uno de los mensajes que publicó en Twitter lo resume: "Entreno en dos gimnasios distintos, en uno de ellos con un preparador físico personal y nutricionista. Trabajo ocho horas al día en una gasolinera cubriendo vacaciones. Vivo en Sevilla, lejos de mi familia, sin ayuda ninguna, no tengo a mi madre para que me haga la comida o me dé los típicos tuppers cuando yo no puedo hacerla o me ayude en lo que necesite.
A pesar de eso, saca "tiempo, fuerzas y ganas para ser la mejor de donde sea, sin compensación ninguna"."Represento a mi país, España, fuera de él y, bueno, luego pongo los deportes en las noticias y solo veo fútbol, que me encanta, pero ya me entendéis (los que queráis entender, claro). Luchador es el que lucha tanto dentro como fuera del ring", abundó.
Así concluye el mensaje con el que ha querido llamar la atención sobre su situación, excluida de cualquier ayuda oficial por falta de resonancia en su deporte, a pesar de tener en su casa el título de Campeona de España conseguido este año en Corvera (Murcia), donde se impuso en la categoría de menos de 53 kilos.
Ahora, competirá en la de menos de 59 kilos en el Mundial de Bélgica, pero si no encuentra patrocinadores todo lo que consiga seguirá saliendo de su bolsillo, de sus horas de trabajo poniendo gasolina en un surtidor de su pueblo y en todo lo que pueda conseguir para que siga siendo su modo de vida un arte marcial que descubrió a los 14 años y que quiere que le acompañe mientras tenga fuerzas.
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