Lágrimas en el beticismo

Miguel Guillén, José Antonio Bosch, Pepe Mel, Oli, quien fuera su entrenador en el filial, y ex compañeros lamentan la pérdida repentina de Miki Roqué, del que destacan su alegría por vivir y su carácter ganador.

Decenas de béticos se concentraron en los alrededores del Benito Villamarín con fotos del jugador, banderas del Betis y velas el día de su muerte.

Foto: Manuel Gómez
Decenas de béticos se concentraron en los alrededores del Benito Villamarín con fotos del jugador, banderas del Betis y velas el día de su muerte. Foto: Manuel Gómez
Juan Pinto / Sevilla

25 de junio 2012 - 05:02

El Betis recibió anoche una de las noticias más tristes de su centenaria historia, con el adiós de Miki Roqué. Directivos, jugadores y cuerpo técnico, y aficionados lloraron la pérdida del 26, que a partir de ahora estará dando fuerza a todos los que lo conocían desde el cuarto anillo, donde podrá escuchar como el Benito Villamarín seguirá coreando su nombre toda la vida, cuando el reloj alcance el minuto del número que llevaba en su camiseta.

El club de La Palmera, mediante un comunicado, expresó su "tremendo dolor" por la pérdida del central, al que calificó como "uno de los nuestros": "El consejo de administración, el cuerpo técnico, el primer equipo y los escalafones inferiores, y el más importante estamento del club, su afición, se suman al tremendo dolor por la muerte de un joven jugador de fútbol, de uno de los nuestros. Descanse en paz".

El presidente del conjunto verdiblanco, Miguel Guillén, lamentó el adiós de Miki Roqué, al que definió como "un ejemplo de persona". También dejó claro una de las cabezas visible de la entidad heliopolitana que el club "no parará para realizar iniciativas con el fin de que Miki siempre esté presente". José Antonio Bosch, consejero y administrador judicial del Betis, tampoco pudo ocultar la pena por lo ocurrido, aunque sus noticias sobre el estado del jugador de Tremp no eran muy positivas en los últimos días: "Sabíamos que su evolución no era la esperada, pero la esperanza es lo último que se pierde. Se nos va una excelente persona".

Pepe Mel, que fue el técnico que lo hizo debutar en el primer equipo, también tuvo palabras para el defensa: "Miki, tú reunías los valores que quería para nuestro Betis: ilusión, ganas y convencimiento en conseguirlo. Como cada domingo de esta temporada, mi primer recuerdo será siempre para ti"

Una de las personas que luchó para que llegara al Betis fue su ex entrenador, Oli, que junto con Miguel Valenzuela y Antonio Blanco, lo convencieron para que recalara en Heliópolis tras un gran año en el Cartagena. El preparador asturiano no pudo ocultar su dolor tras enterarse de la noticia: "Estoy roto. Era un sensacional jugador y una gran persona. De hecho, siempre se lo ponía de ejemplo a sus compañeros del filial. Se nos va un modelo como futbolista, pues tenía unas ganas tremenda de comerse el mundo".

Uno de los mejores amigos de Miki en el Betis era el jugador argentino Damián, que aún no se creía lo ocurrido: "Me he quedado helado. Era un luchador y un ganador. Siempre contagiaba al grupo de esa ilusión por la victoria. Nunca lo olvidaré". Otro de los futbolistas que mantenía una estrecha relación el jugador de Tremp era el cancerbero Adrián, que con lágrimas en los ojos atendió a este periódico: "Cuando me he enterado se me ha cortado el cuerpo. Yo había hablado con él y estaba contento. Me dijo que quería venir pronto a Sevilla. Ahora, ocurre esto y te das cuenta de cómo es la vida".

Para Cañas, el adiós de Miki "es un palo muy duro. No me creó, todavía, que se nos haya ido ". "No es agradable lo sucedido. Estoy muy mal", indica Beñat.

stats