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Kolodziejczak, el paradigma de la evolución continua

Ante el Málaga dejó latente su espectacular dominio del golpeo con la izquierda y su pericia para sacar el balón con calidad jugado desde atrás.

Kolodziejczak, el paradigma de la evolución continua
J. Alba, Sevilla

20 de enero 2015 - 05:02

Desde unas condiciones que se atisbaban distintas a las de los demás centrales de la plantilla desde los dos primeros partidos que le dio Emery ante el Feyenoord y la Real Sociedad, Thimothee Kolodziejczak sorprendió quizá el pasado domingo a muchos escépticos que no veían en el francés a un defensa de garantías.

Quizá las dudas las alimentó él mismo con una actuación mucho menos convincente en el Vicente Calderón, un partido en el que el cuerpo a cuerpo, justo el aspecto en el que debía mejorar, fue la tónica predominante en el área sevillista, que encajó los cuatro goles (uno fue de penalti) en jugadas de estrategia mal defendidas.

Pero Kolodziejczak acumula una serie de virtudes que pueden hacer de él un central muy cotizado en el mercado. El Sevilla es consciente de ello y, pese a que valoraba una venta en el mercado de invierno tras el interés de algún club de la Premier, ahora ese paso se piensa mucho más, si no es que se da por descartado.

Y es que el duelo ante el Málaga sólo hizo acrecentar la dimensión de su espectacular dominio del golpeo con la izquierda y su pericia para sacar el balón con calidad jugado desde atrás, algo que hace tanto en vertical saltando líneas como en horizontal para desahogar en basculaciones. La velocidad en el corte es otro de sus fuertes pese a su corpulencia y estas virtudes lo convierten en un jugador muy apropiado, por ejemplo, para un sistema de tres centrales. Prueba de ello ha sido la libertad que le ha dado a Fernando Navarro en las citas ante Granada y Málaga.

La falta de contundencia, de lo que se defiende con el abuso del braceo, ha sido hasta ahora su punto débil, pero su crecimiento está siendo considerable y se pudo comprobar en su marcaje al incómodo Amrabat. Quizá todo se deba a la diferencia de ritmo (no de velocidad sino en las acciones de dominio de espacio) con respecto a una ligas menos exigentes como la ucraniana y la francesa.

Tras unas dudas un tanto precipitadas, Kolodziejczak empieza a llamar a la puerta y si crece en confianza y seguridad puede cambiar radicalmente su rol en el equipo y en el mercado.

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