Jonathan dos Santos, cuestión de tozudez

El futbolista sigue empeñado en jugar en el Barça y aún no acepta venir a Sevilla.

Jonathan dos Santos persigue a Tissone, de la Sampdoria, en el Trofeo Joan Gamper.
Jonathan dos Santos persigue a Tissone, de la Sampdoria, en el Trofeo Joan Gamper.
Eduardo Florido / Sevilla

29 de agosto 2012 - 05:02

En Nervión empieza a cansar la cantinela de Jonathan dos Santos. Las cartas ya se pusieron boca arriba días atrás, cuando Sevilla y Barcelona pactaron la cesión del futbolista por una temporada, sin entrar en muchos detalles sobre la posible opción de compra, y se encontraron con la rotunda negativa del futbolista, quien está convencido de poder triunfar en el Camp Nou. Los dirigentes sevillistas ya conocen cuál es la postura del internacional mexicano y que ésta apenas ha variado en las últimas horas pese a los constantes mensajes y las conversaciones que los distintos protagonistas han tenido con él. Jonathan dos Santos está empecinado en seguir de azulgrana pese a la pléyade de extraordinarios medios que le tapan el camino.

Si hay un equipo que puede presumir de poseer un centro del campo extraordinario, por calidad y variedad, ése es el del Barcelona. Sin contar a Mascherano, por compartir el puesto con el de central, estarían Busquets, Song, Xavi, Iniesta, Thiago... y hasta Cesc, que tendrá más protagonismo en la medular desde el regreso de Villa. Pues aun así quiere competir por un puesto Dos Santos.

Vilanova les explicó el lunes a los tres futbolistas con los que no cuenta, Dos Santos, Fontás y Afellay, que van a tener muy pocos minutos y que sería más adecuado que buscaran un buen destino fuera del Barcelona para que sus carreras no se vean cortadas. Además, les pidió disculpas por la desafortunada frase dirigida a ellos de que la entidad azulgrana "no es un club social". Este martes mismo, el técnico se dirigió directamente al mexicano: "No tengo problemas en que se quede, pero es su carrera la que está en juego, porque tiene difícil tener minutos aquí".

Ninguno de los tres ha entrado hasta ahora en las convocatorias de los tres partidos oficiales disputados por el Barcelona. Afellay ya está buscando destino y no viajará a Madrid con el resto del equipo para la vuelta de la Supercopa de España. Fontás, que también se moverá, y Jonathan dos Santos sí viajan, pero no entrarán en la lista de 18, según se desprende de las palabras de Vilanova.

El jugador de Monterrey tiene metido entre ceja y ceja que a lo largo de la temporada tendrá ocasión de disfrutar de partidos y minutos para reivindicarse y, además, teme que le ocurra como a su hermano Giovani, quien salió para no volver tras haber escalado desde La Masía.

El Sevilla, entretanto, continúa con calma al margen de toda la rumorología. Este martes corrió como la pólvora desde la Ciudad Condal hasta la capital hispalense la información de que el jugador había aceptado llegar cedido a Nervión para crecer como futbolista en el Sevilla. Sin embargo, posteriormente, fuentes cercanas a la negociación negaron rotundamente a este diario que hubiese cambiado de opinión. En Nervión saben desde hace más de una semana cuál es la intención del hermano de Giovani y también que no ha variado ni un ápice su idea pese a las recomendaciones de Andoni Zubizarreta y Tito Vilanova y los mensajes que ha recibido de parte de Míchel.

Hoy podría vivirse otro capítulo del culebrón. Sería ya el cuarto partido oficial en el que se tiene que quedar en la grada y eso podría variar su opinión. Hasta el viernes puede pasar cualquier cosa, pero en el Sevilla no hay ninguna inquietud al respecto. Jonathan dos Santos era una ocasión que surgió en un momento determinado. El futbolista gusta, y mucho, para reforzar el mediocampo. Pero hay piezas de sobra en la medular sevillista y, en particular, está Campaña en la recámara. El internacional sevillano espera acontecimientos. De momento, no se mueve hacia ningún destino. Además, según apunta la web Terra Deportes, otra de las opciones que tanteó el Sevilla fue la de Granero, a quien José Mourinho le ha comunicado que va a tener poco espacio, menos aún desde la llegada de Modric. Es del gusto de Míchel, pero sería una operación complicada. Cumple contrato en 2013 y el Madrid, que no lo va a ceder sin antes renovárselo, preferiría un traspaso.

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