Indignación por un criterio tan perjudicial

El Sevilla ha sido permeable a la indignación del sevillismo y ha reaccionado ante el arbitraje que sufrió ante el Barcelona. El club denunció a través de su web oficial el estilo de arbitraje del mayor de los Teixeira Vitienes, que además de pitar muchas más faltas al Sevilla en un partido que, condicionado por la lluvia, propiciaba los continuos choques, amonestó a Unai Emery en el túnel de vestuarios y reflejó en el acta que Monchi se dirigió diciéndole: "Vaya tela, nos estamos jugando la vida". En el Ramón Sánchez-Pizjuán aún se respiraba indignación en el día después, porque además llueve sobre mojado en el caso del Barcelona, beneficiado por errores arbitrales en los dos partidos ligueros precedentes al del domingo.

Si bien José Castro sólo protestó tímidamente, al término del partido, por el error de José Antonio Teixeira Vitienes al conceder el 1-1, en frío dio el plácet para que la web emitiera un análisis, vídeo incluido, que evidencia su dispar criterio. La conclusión general es que las decisiones arbitrales fueron tan decisivas como Messi. "Dos faltas en el primer minuto, siete en el primer cuarto de hora... el estilo arbitral que tanto irritó", titula el informe, que destaca, en sintonía con las protestas de Emery tras el encuentro, "las constantes faltas señaladas en su contra". "Las imágenes hablan por sí solas", dice la nota, que anexa un vídeo en el que se aprecian las jugadas polémicas de la primera parte.

El informe recuerda que el árbitro cántabro señaló sendas faltas en el primer minuto. "Las imágenes dejan claro a qué se refería Emery con el estilo arbitral: en el primer minuto Teixeira ya había señalado dos faltas en contra al Sevilla (ambas muy dudosas, a Gameiro y Alberto Moreno sobre Iniesta y Alexis), en el primer cuarto de hora eran siete las faltas señaladas. El Barcelona fue sancionado en el minuto 19 con la primera falta (con amarilla a Song)". Además, lo que destaca la web y lo que más irritó al sevillismo y al club fue el dispar criterio, porque, como denuncia este informe, hubo lances sobre Gameiro (clara obstrucción de Adriano), Vitolo (agarrón mutuo con Piqué que pita en contra), Bacca (entrada por detrás de Bartra sin sancionar) y Rakitic (pechazo de Song) que no tuvieron la misma consideración arbitral.

En el Sevilla también se protesta al entender que la falta previa al 1-1 en fuera de juego fue inexistente. "Pareja toca el balón ante el avance de Messi, antesala del gol que sube al marcador pese a haber claro fuera de juego de dos jugadores blaugrana. El linier se queda plantado sin saber qué hacer y el gol subió al marcador".

Por último, el club interpreta que la mano de Song en el minuto 43, que fue sancionada con falta, era intencionada y debería haber supuesto la segunda amarilla para el medio azulgrana. Ésta es la última jugada polémica del vídeo, porque el club también entiende que Teixeira, en la segunda parte y con la clara ventaja de 1-3 en el marcador, cambió de criterio, lo que desquició aún más a los jugadores.

El colegiado cántabro recogió en el acta del partido que amonestó a Unai Emery. "Por hacerme observaciones de orden técnico en el túnel de vestuarios", escribió. Y también denunció una incidencia con Monchi. "En el descanso del encuentro cuando nos disponíamos a entrar en nuestro vestuario, se dirigió a nosotros D. Ramón Rodríguez Verdejo diciéndonos: 'Vaya tela, nos jugamos la vida". El director deportivo del Sevilla se expone a la apertura de un expediente informativo con posible amonestación, aunque dada la levedad de sus palabras, el club ni siquiera presentará alegaciones al acta. El árbitro, que conoce perfectamente a Monchi, pidió al coordinador de seguridad del estadio su número de DNI para identificarlo en el acta.

El asunto cobra más relevancia teniendo en cuenta los errores de Mateu Lahoz en el Sevilla-Barça del curso pasado (expulsión de Medel por simulación de Cesc y manos de Thiago en la jugada del 2-2) y los de Muñiz Fernández en el Barça-Sevilla de este año (gol legal anulado a Cala y gol de Messi con el tiempo cumplido).