Immobile frente al factor Llorente

El italiano, descartado ante el Atlético, regresó con movilidad y ganas pese a la primacía del riojano, cuyo concurso ha cambiado el sistema ofensivo del Sevilla.

Immobile corre mientras termina un sprint ante Gameiro, que lo inicia.
Eduardo Florido, Sevilla

13 de septiembre 2015 - 05:02

Es muy pronto para prever quién será el jugador que relevará a Bacca como primer delantero del Sevilla esta temporada. De los tres candidatos de primer nivel, de momento Llorente es el que tiene la primacía en cuanto a la titularidad y la confianza del entrenador. Sin embargo, el hombre que parecía apartado a un lado desde la fulgurante llegada del riojano levantó la voz, aún tímidamente, en el Ciudad de Levante, como también lo hizo en el rato que jugó en la Supercopa de Europa, en la que también partió como suplente de Gameiro, el tercero en discordia. Immobile, gracias a su movilidad y su carácter, fue un soplo de aire fresco durante el frustrante empate frente al Levante. El italiano, descartado por Emery para el partido con el Atlético y después de no jugar ni un minuto con la azzurra, demostró que quiere sumar, con personalidad.

Immobile quiere rebelarse ante el factor Llorente. Al poder mediático indiscutible del español se une el nuevo cariz que le quiere dar Emery a su sistema ofensivo con la aportación de su envergadura y su capacidad para sostener el juego pivotando de espaldas, amén de su potencial rematador tanto con el balón en juego como en la estrategia. Hasta ahora, Llorente ha sido titular en las dos jornadas disputadas desde su aterrizaje en Sevilla. Jugó el partido completo ante el Atlético sólo tres días después de llegar a la capital hispalense, con apenas dos entrenamientos para hacerse a su nuevo entorno. Y repitió como titular en el Ciudad de Levante, donde fue sustituido en el minuto 68 por Immobile. De momento, no ha respondido a la enorme expectación y su concurso está condicionando de alguna manera el juego del equipo.

El factor Llorente tiene bastante que ver con la falta de identidad que está acusando el Sevilla en este inicio. Frente al Atlético, Emery apostó por su bloque base, con Banega y Reyes en el once titular y Vitolo partiendo como extremo derecho, posición que cambiaría después con el utrerano, pero el equipo abusó por fases del juego directo en busca de su boya. El técnico intentó corregir este defecto en Valencia, donde no estaba Banega ni fue alineado Reyes, prescindiendo del habitual juego con interiores para apostar por el juego exterior. Vitolo repitió como extremo derecho mientras que Kakuta fue el elegido para actuar en la izquierda, dándose la circunstancia de que ambos futbolistas están acostumbrados a jugar en la banda contraria a pie cambiado... Demasiados condicionantes con tal de sacar provecho de la altura de Llorente, quien además parece no tener aún el tono físico adecuado. El técnico busca soluciones tácticas para amoldar el nuevo sistema.

Frente a los 158 minutos que Llorente lleva con el Sevilla, Immobile suma 71. El italiano debe luchar contra el sambenito de jugador rebelde: el disparadero de las redes sociales justificó su ausencia ante el Atlético por una presunta pelea con un compañero. Pero tiene cualidades para ser la referencia ofensiva, más allá de que fuera capocannoniere con el Torino hace dos campañas. Sin estar sobrado técnicamente, es bregador, móvil, un delantero con pique y remate, para lo bueno y para lo malo. Su reto es convencer a Emery de que puede ser titular, e incluso jugar con Gameiro, que agradece tener al lado a otro delantero. Las opciones son múltiples y el tiempo apremia. Emery debe dar con la tecla ya.

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