Ilusión con pies en el suelo
El sevillismo celebra haber evitado al Barça en el sorteo de semifinales de Copa, mientras los profesionales avisan de las dificultades que opondrá el Celta. "Es imposible fiarse", dice Monchi.
Evitar al Barça. Hecho eso, el sevillismo bate palmas desde el mediodía de ayer acaso sin reparar que el Celta es el mejor equipo que ha pasado esta temporada por el Sánchez-Pizjuán, escenario que han pisado sin mucha suerte los otros dos equipos presentes en el sorteo, el citado cuadro de Luis Enrique y el Valencia.
El Sevilla se medirá al conjunto vigués en la decimonovena semifinal de Copa de su historia, séptima en lo que va de siglo XXI y sexta en la última década. El sorteo, celebrado ayer en Madrid, deparó a los de Emery quizá el rival deseado a priori por el potencial siempre temible del Barcelona, un rival que en una final suele ser un rodillo -como ya comprobó el Sevilla en la Supercopa de Europa en Tiflis-, y el Valencia, enemigo que si bien no está en su mejor momento de forma sí acompaña una desagradable y exacerbada rivalidad con la entidad nervionense desde las semifinales de la Europa League de hace dos años, cuando un gol de Mbia en Mestalla en el descuento acababa con la fiesta valencianista camino de la final.
El Sevilla se medirá al equipo de Berizzo primero en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el jueves de la semana que viene (20:30), mientras que disputará la vuelta una semana después en Balaídos (aún por determinar la fecha, entre 10 y el 11 de febrero).
A la alegría moderada por evitar al Barcelona entre los profesionales está la convicción de que no será fácil pasar la eliminatoria y cumplir el sueño de estar en la final del 21 de mayo. Si se recuerda cómo el Celta pasó por encima de los de Emery en la Liga (1-2), tampoco se olvida cómo los celestes dieron una lección en su enfrentamiento de cuartos de final ante el Atlético, ganando en el Calderón por 2-3. Tampoco se olvida cómo la temporada pasada el sorteo también avivó ilusiones que luego no se cumplieron cuando los grandes iban por el otro lado del cuadro y el Sevilla no fue capaz de eliminar al Espanyol.
"Todos los rivales eran complicados, nos ha tocado el Celta, un equipo que tiene mucha ilusión puesta en esta competición. Ven la posibilidad de jugar una final en muchos años y ya lo demostraron ante el Atlético. Será un rival difícil y nos exigirá mucho", dijo Monchi, representante sevillista presente en el sorteo. "Ante el Celta estamos parejos, con el Valencia lo hubiéramos estado, pero no con el Barça. Es lo único positivo, que hemos evitado al equipo más complicado", añadió, aunque se apresuró a preparar a la afición para lo difícil que será pasar. "Es imposible que nadie se fíe de nadie a estas alturas. El Celta está por delante en la tabla y ya nos ganó en Liga en casa. No hay posibilidad de relajación. Primero, por el rival, que es importante. Y, segundo, por el premio que hay", terminó.
En la otra parte, Eduardo Berizzo, entrenador del Celta, también valoró el enfrentamiento en una semifinal que atisba "muy igualada". "El Sevilla es un rival muy duro, uno de los grandes, una plantilla muy competitiva, pero apoyándonos en nuestra ilusión y en nuestro deseo de seguir hacia arriba competiremos e intentaremos doblegarles", dijo el argentino, consciente de que el Celta necesitará hacer dos "muy buenos partidos" para superar al equipo de Emery, del que destacó su "fortaleza" en el aspecto físico y su "solidez" en las jugadas de estrategia.
Por su parte, Iborra también destacó la dificultad del rival. "Ha eliminado a todo un Atlético y ha sido superior en la eliminatoria. Es por eso que hay que tener cuidado y estar preparados. Casi prefería jugar primero fuera, pero no depende de nosotros. Hay que seguir la misma línea que llevamos esta temporada en casa, ganar y no encajar", dijo el centrocampista valenciano.
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