Ilógica carga de diésel en el eje

El fútbol tiene su lógica y cuando ésta es contradicha el resultado no puede ser positivo. Según Unai Emery, sí fue positivo que, al menos, su equipo mantuviera la portería a cero, pero hasta esta realidad es un espejismo, porque al Málaga le faltó muy poco para convertir el esperado debut del Sevilla en una frustración mayor. El entrenador blanquirrojo erró en el planteamiento por no fiarse del estado de Kolodziejczak, y lo justificó por la falta de fuerza de éste, tras su proceso de salmonelosis, para el cuerpo a cuerpo con Charles. La decisión de retrasar a Krychowiak, unida a la de incluir a dos jugadores con motor diésel en el centro como Iborra y N'Zonzi, desbarató la estructura del equipo. Aun así, el arranque fue esperanzador, pero Gameiro erró tres veces en la suerte suprema.

La expulsión del mediocampista francés llegó justo cuando éste, y todo el equipo, había dado un paso adelante. A N'Zonzi le faltó medirse en sendas transiciones ataque-defensa. Y Emery terminó de deshacer el equipo quitando a Banega, el único que quedaba en el campo con capacidad para hilvanar el fútbol tras el ya previsible cambio de Konoplyanka por Reyes. Al menos, con Coke de central y Krychowiak en su posición natural, la de medio de cierre, el Sevilla aguantó el tipo como pudo y sacó un punto.

Defensa

La elección de Krychowiak como acompañante de Rami en el centro de la zaga condicionó todo el sistema defensivo. Amrabat y Horta se paseaban por la línea de tres cuartos ante la impotencia de Iborra y N'Zonzi, que se vieron superados por la velocidad de movimientos y la anticipación de los mediapuntas malaguistas. O no estaban en su sitio o llegaban tarde. Y la defensa se fue aculando porque Krychowiak, después de una salida en falso para tapar a Amrabat que propició la primera ocasión clara, perdió confianza y fue retrasándose. Con el polaco, toda la defensa dio un paso atrás y se hizo más patente el agujero en el centro, al que contribuyó la posición demasiado descolgada de Banega.

Con los cambios, y tras la expulsión, el Sevilla se guareció mejor. Se posicionó con más coherencia para intentar cerrar los pasillos que había cuando el partido era de ida y vuelta. Aun así, Iborra siguió sufriendo ante las percusiones de Boka por su costado. Coke, Rami y Tremoulinas mantuvieron el tipo, ayudados en el medio por Krychowiak.

Ataque

Mientras Banega estuvo conectado, el Sevilla aprovechó la movilidad de Reyes y Vitolo para llegar al área. Gameiro tuvo hasta tres ocasiones para marcar en una fase prometedora, pero no vio puerta y se fue aislando. Al equipo le costó sacar la pelota y eso abundó en la desconexión con la zona de ataque, sin una referencia clara para el juego directo. Ya al final, con Immobile, el italiano intentó ser esa referencia, pero estaba muy solo.

Virtudes

Competir con diez y saber amarrar al menos un punto.

Talón de Aquiles

Parece que Krychowiak no tiene sustituto en el medio. Y retrasarlo a la zaga lo condiciona todo.

Uno por uno

Beto Tuvo reflejos para rechazar varios disparos duros y dio confianza.

Coke Impreciso en sus iniciales subidas. Sobrio en la fase defensiva y crecido como central ya con diez.

Rami Contundente y sin dudar en el área nunca. Personalidad.

Krychowiak Su sitio es el medio centro. Una salida en falso ante Amrabat le quitó confianza y se fue aculando como central.

Tremoulinas Profundo en la fase inicial y concentrado cuando tuvo que remangarse.

Iborra Hacía tiempo que no jugaba de cierre y sufrió mucho ante la movilidad de los mediapuntas malaguistas. Superado más de una vez.

N'Zonzi No le cogió el sitio ni el ritmo al partido. Cuando se soltó tras el descanso, vio dos amarillas de novato.

Reyes Le dio dos balones de oro a Gameiro. Luego, apareció a cuentagotas.

Banega Se desconectó muy rápido. Quizá su sitio era más atrás, en el de Iborra.

Vitolo Intermitente, apenas encontró con quién jugar, pero no dejó de intentarlo.

Gameiro Tres ocasiones antes de perderse en la desconexión general. Mal fuera del área.

Konoplyanka Participó poco en la fase más complicada.

Mariano Yerros peligrosos.

Immobile Entró muy tarde.