La previa: Hora de despejar la X en la ecuación
Fútbol | Selección española
La España de Luis Enrique arranca en esta competición ante Suecia con todos los aficionados pendientes de cuál será el nivel real del grupo
Luis Enrique: "Por supuesto que soy uno de los líderes"
Llegó el momento del fútbol para la selección española de Luis Enrique Martínez, para conocer el verdadero nivel de este grupo de futbolistas elegidos por el simpar técnico asturiano y para saber si España tiene el nivel suficiente para optar a reverdecer esos laureles conseguidos con Luis Aragonés y Vicente del Bosque al mando. Entonces todo se desarrollaba en torno a una pauta de normalidad y bajo el concepto de dominar la situación con el control absoluto del balón. ¿Ahora? Pues, sinceramente, no se sabe cómo saldrá la cosa.
Un maestro de siempre apelaba a una sentencia del refranero para expresar perfectamente esta situación. Si sale con barba, San Antón, y si no la Purísima Concepción. Así nos encontramos todos los buenos aficionados a este maravilloso deporte llamado fútbol respecto a lo que se puede esperar de esta selección de Luis Enrique, un grupo de futbolistas que, eso sí, tiene una firma de autor, pues se trata de un seleccionador tan singular en todo que realmente el rendimiento de esta selección, para bien o para mal, tendrá mucho que ver con la figura del técnico asturiano.
No se tome todo lo anterior como una crítica negativa, en absoluto, es sólo la descripción de un ambiente de expectación absoluta, al menos por parte de quien suscribe estas líneas. Hay muchísimo interés en saber qué será capaz de hacer esta España cuando deba competir de verdad, cuando arranque su primer partido en una competición oficial de nivel máximo. Y, por supuesto, que habrá que tener en cuenta todos los condicionantes que se puedan dar para incluso otorgarle el beneficio de la duda en caso de un mal resultado, pues no se olvide que el título mundial del gol de Iniesta arrancaba con una derrota frente a Suiza en el primero de los encuentros.
Pero sería mucho mejor que esta España que tantas dudas arroja debutara con un triunfo en esta Eurocopa 2020 del Covid, de las múltiples sedes y también del susto que dejó a todos helados en Copenhague con el desvanecimiento de Eriksen. Una victoria sobre Suecia abriría las puertas a recuperar unas ilusiones que en estos momentos no están precisamente en su momento más alto, sino todo lo contrario.
Para volver a creer en Luis Enrique y los suyos es fundamental que los resultados acompañen, que la selección se acerque al menos a esa espectacular imagen que ofreciera no hace muchos meses en este mismo recinto cuando avasalló a Alemania por un 6-0 que hizo que todos tuviéramos frotarnos los ojos para no pensar que había sido una ilusión óptica lo que habíamos gozado viendo a Ferran Torres y compañía.
Aquel día España, con Luis Enrique al mando, hizo un fútbol espectacular, de tocar y correr, de batir las líneas enemigas, de plantarse constantemente delante del guardameta rival para batirlo, de hacer sangre, de muchas cosas que tienen que ver con el fútbol moderno y no sólo con la posesión por la posesión. Ésa, pues, es la gran ilusión de todos los que tuercen, torcemos, por la selección española, por lo que ahora llaman La Roja cuando la única Roja de siempre ha sido el combinado de Chile.
Pero qué más da cuando se intenta innovar con conceptos que ya están más que inventados, ahora de lo que se trata es de resolver esa ecuación que presenta una X bastante complicada de despejar. ¿Porque ni siquiera el propio Luis Enrique estará completamente seguro del nivel que puedan ofrecer los suyos después de una semana en la que han estado casi completamente parados tras el positivo de Sergio Busquets y el falso positivo de Diego Llorente? Entrenamientos individualizados, sin contacto ninguno entre el grupo y, bueno, a ver qué se puede ver esta tarde en el Estadio de la Cartuja cuando eche a rodar el balón.
La única referencia está en el amistoso frente a Portugal, la única prueba real desde que todos se concentraran para preparar, como han podido, esta Eurocopa que ya ha enseñado actuaciones rutilantes de Italia y, sobre todo, de Bélgica en las primeras jornadas. Pero tampoco se pueden sacar demasiadas conclusiones de aquella cita frente a los lusos, entre otras cosas porque había futbolistas que apenas habían tenido entrenamientos después de disputar las finales europeas con sus clubes.
Tampoco es que ahora hayan podido entrenar mucho, pero Luis Enrique tendrá que elegir a los once más adecuados para comenzar frente a una Suecia que también ha sufrido casos de coronavirus en su concentración, particularmente llamativo en lo referente al delantero de la Juventus Kulusevski. Una fiesta pocos días antes de concentrarse con su selección y positivo, ¿tendrá algo que ver una cosa con la otra? Nadie lo puede asegurar, pero está claro que no es la mejor manera de protegerse para este supuesto aspirante a crack.
Aunque la verdadera estrella de los suecos en estos momentos es el delantero realista Isak, su futbolista en un nivel más alto a día de hoy, ya que no está el veterano Ibrahimovic. Eso, y un entramado defensivo habitualmente muy bien organizado, será lo que debe superar España en este debut. Ojo también a un factor que puede tener enorme trascendencia y es el fuerte calor que está haciendo. Por mucho que todo este previsto a partir de las nueve de la noche, será un factor de indudable trascendencia.
Todo se desarrollará en el Estadio de la Cartuja, dicen que serán unos 12.700 los espectadores de pago para una entrada global de 16.000, según los aforos permitidos por las autoridades sanitarias y sólo queda disfrutar de la fiesta del fútbol. Aunque esa fiesta únicamente se goza con triunfos y ahí está la X de la ecuación. ¿Serán capaces de despejarla de manera positiva Luis Enrique y los suyos? Ojalá que sí.
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