"Hacemos campeón al menos dotado, al gordito"
Antonio Molina Ortega, entrenador del Soderinsa Rinconada · Bádminton
Quince finales ligueras seguidas lleva a sus espaldas este rinconero de adopción que busca ante La Orden onubense recuperar el cetro nacional.
Abunda en su condición de trianero y recalca que es rinconero de adopción. Antonio Molina (10-5-65) ha llevado al bádminton a cotas insospechadas. El entrenador del Soderinsa Rinconada presume de las 14 finales consecutivas de liga -15 con la que disputará los dos próximos fines de semana contra el IES La Orden onubense, vigente campeón-, habla de su mujer, Carmela, de sus hijas, las jugadoras Laura y Marta, calibra los parciales que puede llevarse en la doble pugna por la corona nacional... Un hombre pegado a un volante -la bola, para quien no sea ducho-. "Están hechos con plumas de ganso". El bádminton le debe algo a él y a La Rinconada, por su dedicación desde hace tres décadas.
-Jugar una final de liga tras otra, bendita costumbre.
-Sí, son tantas que no le dan importancia. Y la tiene. Sin recursos el proyecto era de futuro, prescindiendo de los extranjeros y nuestro número uno, Ernesto Velázquez. Echamos mano de los jóvenes y el equipo es fantástico. La final no era un reto, más bien eludir el descenso, pero el bloque se encontró a gusto, fuimos primeros, salvamos los cuartos y la semifinal nos costó mucho; el Torrejón está más consolidado. Pero la gente se armó de valor y remontamos.
-Y ahora a por el título.
-Es un logro estar en la final, pero todos piensan que tenemos que ganarla. Ahora saboreamos el triunfo de la semifinal porque ha sido épica, pero no hay que olvidar que sólo una jugadora, mi hija Laura, repite final, el resto son nuevos. Hemos creado el ambiente en semifinales y los jugadores están alucinando de lo que se pueden encontrar aquí el próximo sábado y allí una semana después. La Orden es filial del Recreativo y te meten a 400 ó 500 ultras de la Peña Onuba que se pegan cuatro horas a todo trapo... aunque el Recre juega en La Coruña.
-Pero ese ambientazo está bien también, ¿no? Motiva.
-Claro, el año pasado La Orden batió el récord de asistencia en un partido en España, llegaron casi a 1.500 personas.
-¿Puede hacer un resumen de su trayectoria en el bádminton?
-Empiezo en el 83 o el 84 en Sevilla y al mismo tiempo hay un profesor de Melilla que lleva el bádminton a La Rinconada. En el 86 me mudo allí porque me llaman para entrenar al equipo; en el 87 me propusieron trabajar en el Ayuntamiento por la mañana y por la tarde en el bádminton. Desde entonces estoy ligado.
-¿Y ya era este mismo club?
-En marzo del 89 creamos este club. El primer título lo conseguimos en la 92-93 y el segundo un año después; después me fui a Madrid con el equipo nacional a preparar los Juegos y Mundiales. Volví en la 98-99 y desde la 99-00 peleamos por los títulos. Perdimos los tres primeros. Llevamos 14 finales seguidas y hemos ganado 10 consecutivas, cayendo con La Orden en 2013.
-Su club hace una buena publicidad del municipio por España...
-Sí, y fuera. En 2006 hay un punto de inflexión. Éramos campeones de España, pero íbamos a la Copa de Europa y nos echaban en la primera fase. Me di cuenta de que con un poco de patrocinio podíamos hacer algo. Nos trajimos la Copa de Europa en 2006 a La Rinconada y... la ganamos. El Ayuntamiento apostó fuerte a través de Soderinsa, con 70.000 euros por temporada durante cuatro años. Teníamos las espaldas cubiertas. Llegamos a ganar la División de Honor, la Primera y la Segunda la misma campaña. No lo ha hecho nadie en España. Pero todos sabíamos que el sistema económico del deporte español era insostenible. Había dinero para lo que te diera la gana. Afortunadamente fichábamos a buenos jugadores que ejercían de entrenadores para dejar la semilla. Nos facilitó tener canteranos en máxima categoría.
-¿Y vienen pisando fuerte las categorías inferiores?
-Hemos tenido muy buena cantera hasta hace tres o cuatro años. Pero los niños cada vez tienen más diversificación de cosas y no quieren hacer deporte de tan alta exigencia física ni tantas horas. Y aquí el fútbol es un problema, pues se lleva a los mejores atletas. Si lográramos disponer de los niños que tiene el fútbol, nos saldríamos del tiesto. Entre comillas, cogemos al menos dotado y al gordito, y los hacemos campeones de España. Trabajamos de forma escalonada. Ahora tenemos muy buenos sub 17 y sub 13.
-Usted aficionó a sus hijas...
-Han ido de la mano del deporte conmigo. Laura nació en el 88 y estaba conmigo en el pabellón. Marta es del 98 e igual. Lo han mamado. Mi mujer, Carmela, se encarga más de la educación y desde las 16:00 las niñas son mías. No ha sido forzado ni obligado. Aunque no te guste la música, si estás todo el día con tu padre tocando la guitarra... Son buenas. Laura iba a ir a Pekín, pero se partió la rodilla, y Marta, que parecía mejor pero con menos dedicación, este último año se ha puesto las pilas y va cogiendo la dinámica.
-¿Por qué mantiene aún el idilio con el bádminton?
-Me ha dado y quitado mucho. Mi mujer siempre me ha apoyado. El impulso lo tengo por mis hijas.
-¿Qué sueño tiene pendiente?
-Me encantaría que una fuera a los Juegos. Trabajé con Laura día y noche. La lesión fue mala suerte. Pensar eso con Marta es un poco utópico. Carolina Marín, una fuera de serie, será olímpica en varios Juegos y sacará medalla.
-¿Se siente reconocido en La Rinconada?
-Sí. Allí todos conocen el bádminton y en verano ves en la calle a la gente con raquetas y volantes. En pocos sitios en el mundo pasa eso. Las instituciones están volcadas, aunque ahora haya otras necesidades sociales.
-¿Cómo ve la final?
-Vamos muy parejos, al 50-50. Decidirán pequeños detalles y la táctica en las alineaciones. Si tenemos un batacazo como en Torrejón, no ganamos. Podemos seguir vivos venciendo 4-3 o perdiendo 3-4. Si hay más diferencia, imposible. Hay dos opciones: si intento ganar aquí 5-2, puedo perder 3-4; si busco el 4-3, puedo ganar, aunque iría a la vuelta con un punto de diferencia. Parto de la base de que tengo casi tres puntos seguros y ellos, dos. Hay otros dos en el aire.
-¿Cuáles son sus cálculos?
-Pablo Abián ganará dos puntos para ellos, pero les falta más. Lo puede acompañar Haidee Ojeda, hija del entrenador y que trabaja con nosotros desde hace años porque vive en Sevilla.
-Allí el título se celebró por todo lo alto hace justo un año...
-Huelva nunca había tenido un campeón de España en ningún deporte. Fue apoteósico para ellos.
-¿Usted es allí el enemigo público número uno?
-Sí, sí. Además, soy perro viejo y cuando veo que les dan leña a mis jugadores, entro y me echo el protagonismo encima. He vivido momentos difíciles en Huelva, en Oviedo, en muchos sitios.
-Y eso que no es de contacto...
-Ya, pero es como una final de la Copa Davis, salvando las distancias. Apasionante para el que le gusta el deporte individual, luchar por ganar tu punto porque es fundamental para el equipo.
-¿Qué tal la relación con Paco Ojeda, entrenador del rival?
-No es mala ni buena. Cordial porque nos tenemos respeto. Él se lleva mejor con mi hija y yo con la suya que entre nosotros.
-¿Están animados sus jugadores para sacar el triunfo?
-Los chavales tienen que creerse que pueden ganar, no como en Torrejón. Tras ese toque de atención tienen puestas las pilas y en un grupo de WhatsApp están todo el día escribiendo "Sí o sí".
También te puede interesar
Lo último