Garrido, 49 días sin soluciones para el Betis
El valenciano, también señalado por lo extradeportivo, sólo sumó un punto de 15.
La etapa de Juan Carlos Garrido llegó este domingo a su fin, 49 días después de su nombramiento como sustituto de Pepe Mel. De hecho, la sombra del madrileño, querido por la afición, siempre estuvo presente e incluso en el encuentro del sábado ante el Real Madrid, la grada coreó el nombre de Mel.
Un solo punto en los cinco partidos de Liga que dirigió Garrido le acabaron por costar el puesto, después de que el equipo no ofreciera síntomas de mejoría desde su llegada. El valenciano fue una apuesta directa de José Antonio Bosch y el consejo, que incluso pasaron por encima de la opinión de Vlada Stosic, entonces director deportivo.
No sólo el nulo rendimiento deportivo -ningún jugador ha elevado su nivel en este mes y medio- acabó por erosionar la figura de Garrido, sino que el tema de los fichajes y las comisiones pagadas en el préstamo de Leo Baptistao también distanciaron al técnico de los dirigentes verdiblancos. De hecho, las relaciones entre Garrido y la secretaría técnica eran nulas, después de que su segundo, Sergio Fernández, se postulase como director deportivo, algo que ya había pactado en su día con Bosch.
El distanciamiento con el vestuario también fue creciendo en las últimas semanas, como se puso de manifiesto en la reunión que se mantuvo en el interior de la caseta, en la que los jugadores llevaron la voz cantante en el intento de buscar soluciones.
Con el adiós de Garrido, también dirán adiós Sergio Fernández, Jorge Simó, el preparador físico que también pone fin antes de tiempo a su segunda etapa en el Betis, y Javier Ramos. Curiosamente, es el segundo despido de Garrido en esta temporada, tras su salida del Brujas.
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